La Escuela Secundaria del Bolsón ESRN N°30, con orientación en informática, demostró que la educación pública puede competir de igual a igual con escuelas privadas y técnicas en competencias de alta complejidad. Sus estudiantes participaron en la Copa Robótica Argentina, organizada por la empresa EducaBot junto al Ministerio de Educación, y alcanzaron resultados que llenan de orgullo a toda la comunidad.
La propuesta surgió hace meses, a partir de una invitación dirigida a los docentes de informática. La vicedirectora Bibiana Loker recuerda la emoción inicial: “Recibir el mail fue un momento muy importante, porque abría la posibilidad de que nuestros estudiantes se sumaran a una experiencia totalmente nueva. Vimos la oportunidad de potenciar lo que ya veníamos trabajando en la escuela y no la dejamos pasar”.
La escuela cuenta con un equipo docente comprometido: Ricardo Arce, Belén Gauto y Fátima Pérez acompañaron a los estudiantes en cada etapa de preparación. “Los chicos se entregaron por completo. Llegaron kits de robótica y trabajamos día a día en la programación y en la práctica con los robots, muchas veces abriendo la escuela los fines de semana para que pudieran ensayar. Fue un esfuerzo colectivo enorme”, señaló la vicedirectora.
El certamen tuvo varias etapas: primero un clasificatorio provincial, donde de 22 equipos, la ESRN 30 logró posicionar cuatro, aunque por reglamento solo dos pudieron viajar. Así, “Entre Montañas” y “Freecorders” representaron a la escuela en Cipolletti. Los equipos se enfrentaron a desafíos que combinaban programación autónoma y control remoto, resolviendo pruebas que requerían coordinación, estrategia y creatividad. Cada robot contaba con pinzas y palas para manipular objetos, mientras que los estudiantes tenían que decidir tácticas de juego y alianzas con otros equipos, aprendiendo a adaptarse a cada situación.
Para los estudiantes, la experiencia fue transformadora. Andrés Gael Movia Martínez, apasionado por la informática y los videojuegos desde antes de la secundaria, destacó que la competencia le permitió aplicar de manera práctica sus conocimientos en programación y lógica: “Tenía la teoría, pero necesitaba algo físico para demostrarlo. Este torneo fue la oportunidad perfecta”. Belén Ramírez valoró poder contar con herramientas que no siempre están disponibles en la educación pública: “Tener los robots nos permite aprender de manera más concreta y seguir desarrollando habilidades que serán útiles en el futuro”. Lucas Vecchi resaltó la experiencia social y educativa: “No fue solo competir, sino conocer a otros chicos, sus ideas y formas de trabajar”.
A pesar de algunos problemas técnicos en las últimas partidas, los equipos terminaron en los puestos 6 y 7 a nivel provincial. Loker remarca que, más allá del resultado final, el logro principal fue el esfuerzo y la dedicación: “Como escuela pública fuimos los mejor rankeados de la provincia. Competimos contra escuelas privadas y técnicas con más recursos, y nuestros estudiantes demostraron que con compromiso y apoyo, podemos estar a la altura”.
El torneo también dejó un legado tangible: los kits de robótica adquiridos durante la competencia quedaron en la escuela, garantizando que futuras generaciones de estudiantes continúen explorando la programación y la robótica. La experiencia refuerza el papel de la educación pública como motor de oportunidades, innovación y desarrollo personal, mientras fortalece el sentido de pertenencia y orgullo de la Comarca Andina.
Los alumnos que participaron fueron Tomás Rivasseau, Belén Ramírez, Lucas Vecchi, Andrés Movia, Facundo Cufré, Nicolás Chibaicura, Matías Samra y Olivia Mol, todos acompañados por el equipo docente y la dirección de la ESRN 30. Su experiencia demuestra que, con esfuerzo, pasión y acompañamiento institucional, la educación pública de la región puede alcanzar estándares provinciales y nacionales, inspirando a toda la comunidad a valorar y fortalecer el aprendizaje local.