Bárbara Fernández, vecina de Epuyén, inició hace una semana una huelga de hambre frente a la Municipalidad local para exigir al Estado una solución habitacional definitiva tras haber perdido su vivienda y terreno en el incendio de interfase ocurrido en enero de 2025.
La mujer reclama respuestas concretas ante años de espera y las irregularidades en la ocupación de la tierra que complicaron su situación. Fernández manifestó su malestar con las autoridades en diálogo con FM 105.5 de la Cordillera: “Azotada por el clima, la noche se hace muy duro, aguardando que las autoridades se presenten, una situación de irresponsabilidad de sus deberes de funcionario público y un sentido humanitario totalmente acéfalo, de parte del señor intendente José Contreras y de parte del gobierno provincial también”.
A pesar de la medida extrema, hasta el momento ningún funcionario municipal ni del Concejo Deliberante se ha acercado a dialogar con ella, según sus propias palabras: “No se ha acercado nadie directamente, nadie del municipio, nadie del Concejo Deliberante. Nadie, incluso los funcionarios de planta política entran por la puerta del fondo”.
En cuanto a su estado de salud, Fernández explicó que recibe controles médicos periódicos desde el hospital local, aunque reconoce que ha perdido peso y que la situación se agrava con el frío y la proximidad de las fiestas de fin de año. “El personal del hospital, estamos puerta de por medio, me hace un control periódico. El control fue 7 y 30 de la mañana, signos vitales satisfactorios en cuanto a la azúcar, la fusión, la fiebre”.
Además, denunció que el Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia, a cargo de Florencia Papaiani, aún no ha depositado los subsidios alimentarios para las familias afectadas, lo que la obliga a mantener la protesta en la intemperie.
Fernández destacó el apoyo recibido de su familia y la comunidad: “En primer lugar quiero agradecer a mi familia, mi compañero, el padre de mis cinco hijos, prácticamente está siendo huelga de hambre conmigo, a mis hijos por el coraje, por la valentía, por bancarse todo en esta lucha que es digna y honesta, y luego el acompañamiento de muchos vecinos”. También valoró la solidaridad de vecinos y vecinas que la acompañan con gestos de cuidado: “La sororidad de muchas mujeres y la caballerosidad de muchos hombres que se acercan con caramelitos, con agüitas preparadas para que no me deshidrate, que me acompañen por la noche muchas vecinas tomando mate, así que totalmente agradecida”.
La mujer insistió en la necesidad de que se abra un canal de diálogo con las autoridades: “Hace seis días que estoy pidiendo que se vea, que se me escuche, que alguien se acerque, por lo menos abrir un canal de diálogo”.
Respecto a su relación con la comunidad, Fernández afirmó: “Yo de la población en general solo tengo agradecimiento para ellos, el tema es cuando esos vecinos se transforman en funcionarios políticos, y bueno, se sesgan por intereses propios, y se olvidan de que son parte de una comunidad”.
Sobre su estado físico, comentó que ya comienza a sentir calambres y mareos debido al frío intenso: “El frío por la noche me azota mucho el viento, pero amanezco con una esperanza firme, disponiéndonos a pasar esa noche buena aquí”.
La vecina recordó también que junto a su esposo decoraron el frente del edificio municipal en un gesto de protesta pacífica: “Sábado y domingo con mi esposo pintamos el frente del municipio, lo decoramos, y bueno, seguimos aguardando con esperanza”.
En cuanto a sus exigencias para levantar la huelga, Bárbara Fernández detalló: “En primer momento que el señor intendente, quien entonces era su abogado legal del municipio, se retracten del acto administrativo donde me acusan de ilegal e ilegítima a mí y a mi familia, que se reconozca el derecho legal y legítimo que me fue otorgado por este Estado, según consta en varios actos administrativos, tanto del Poder Ejecutivo como del Poder Legislativo”.
También reclama que se reconozca el subsidio correspondiente para reconstruir su vida tras la pérdida de su vivienda: “Que procedan a reconocer el subsidio que me corresponde por haber perdido mi vivienda para poder reconstruir nuestra vida”.
Fernández manifestó su frustración por la falta de diálogo institucional: “Hace muchos años que busco el diálogo a través de la vía formal como corresponde a la administración pública y solo recibo omisión y actos administrativos injuriosos. Seis días y el señor Intendente directamente no se presenta en el Palacio Municipal”.
Finalmente, agradeció el respaldo de toda la comarca: “Eternamente agradecida por el acompañamiento, por la difusión, y también quiero agradecer a todos los vecinos de la comarca, no solo por el apoyo que estoy recibiendo ante esta acción, sino por lo que han hecho por todo el pueblo de Epuyén en enero de este año, cuando sufrimos la catástrofe”.