El Huracán Milton golpeó con gran fuerza la costa de Siesta Key, Florida, como una poderosa tormenta de categoría 3, provocando marejadas mortales, lluvias torrenciales y vientos destructivos. Esta temporada de huracanes se ha convertido en una de las más intensas en más de 150 años de historia, con tres huracanes impactando en Florida en un solo año, igualando un sombrío récord.
Milton se suma a la lista de huracanes que han golpeado los Estados Unidos continentales en 2024, convirtiéndose en el quinto en hacerlo. La temporada comenzó con Beryl en Texas, seguida por Debby en Big Bend, Florida. Más tarde, Francine impactó Luisiana y Helene, de categoría 4, golpeó nuevamente Big Bend. Ahora, Milton deja a su paso una estela de destrucción y más de 1,1 millones de hogares sin suministro eléctrico en todo el estado.
Según el experto meteorológico Bryan Norcross, Milton plantea dos desafíos críticos: la marejada ciclónica en la región sur de Florida y los vientos extremos que afectan áreas como Siesta Key y la bahía de Tampa. Las zonas de Venice, Inglewood y Manasota Key son las más afectadas por la marejada, con el agua avanzando sobre la costa debido a los vientos. Mientras tanto, en la bahía de Tampa, los vientos del norte han ayudado a prevenir una marea de tormenta significativa, pero la situación sigue siendo peligrosa.
A pesar de la pérdida de fuerza antes de tocar tierra, Milton es considerado uno de los huracanes más poderosos jamás registrados en la cuenca del Atlántico. Las marejadas ciclónicas y las inundaciones repentinas representan una amenaza significativa en las áreas más afectadas, por lo que las autoridades locales han instado a los residentes a buscar refugio y seguir las indicaciones de los equipos de emergencia. A medida que la tormenta continúa avanzando, los efectos se sentirán tanto en la costa como en áreas del interior, especialmente en las regiones de Sarasota y Orlando.
La devastación dejada por Milton, junto con los cortes de energía y las intensas inundaciones, servirá como recordatorio de la fuerza destructiva de los huracanes. A medida que las autoridades trabajan para restaurar los servicios y evaluar los daños, es importante que la población siga las recomendaciones de seguridad y permanezca en alerta ante posibles riesgos adicionales.