La movilización semanal de los jubilados alrededor del Congreso de la Nación tuvo una jornada especialmente violenta esta vez, al ser acompañada por barras bravas y grupos políticos opositores al gobierno de Javier Milei. El Ministerio de Seguridad intentó aplicar el protocolo antipiquetes, lo que provocó choques y enfrentamientos durante toda la tarde. Los disturbios dejaron 32 detenidos y 7 heridos, uno de ellos hospitalizado. Además, los manifestantes prendieron fuego a un patrullero y más de 70 contendores de basura.
La convocatoria de los jubilados se vio alterada por la presencia de barras bravas, hinchas de diferentes clubes, sindicalistas y militantes de partidos de izquierda, generando tensión y violencia. El presidente Javier Milei se refirió a los incidentes a través de su cuenta de X, mientras que el funcionario Javier Lanari criticó la situación en su perfil de X, afirmando que fue orquestada por lo más sucio de la política.
Uno de los momentos más brutales fue cuando una mujer de 87 años recibió un violento empujón por parte de un grupo de policías, cayendo al suelo. Los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, muchos de ellos barras bravas y miembros de gremios y partidos políticos opositores a Milei, se tornaron cada vez más graves. Hubo un manifestante civil trasladado al hospital Ramos Mejía con heridas de consideración, y al menos 6 uniformados resultaron afectados, uno de ellos con una fractura expuesta.
Los barrabravas que se sumaron a la protesta de los jubilados se trasladaron a la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, donde continuaron con las manifestaciones. La policía intentaba controlar la situación con balas de goma. Tres horas después de iniciados los incidentes, se informó que hay 14 personas detenidas, 6 de ellas por la policía de la Ciudad de Buenos Aires y las otras 8 por la Policía Federal.
Los disturbios también tuvieron consecuencias materiales, ya que los manifestantes dieron vuelta un móvil de la policía de la Ciudad y luego lo incendiaron por completo. Las fuerzas de seguridad se vieron desbordadas por la violencia presente en la movilización, generando un escenario caótico en los alrededores del Congreso de la Nación.