En el primer trimestre de 2024, el nivel de desigualdad en Argentina alcanza su punto más alto en los últimos 16 años. El aumento del desempleo, la caída de los ingresos y la aceleración de la inflación han impactado de manera negativa en la población de menores recursos.
Durante el periodo comprendido entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, Argentina experimenta un marcado incremento en su coeficiente de Gini, que pasa de 0,446 a 0,467 puntos. Este índice, utilizado a nivel mundial para medir la desigualdad en la distribución de ingresos, revela que la brecha entre ricos y pobres se está ampliando.
A primera vista, un aumento de 0,021 puntos puede parecer modesto, pero en términos sociales y económicos tiene un impacto significativo. Esto demuestra que los ingresos en Argentina se están distribuyendo cada vez más de forma desigual.
Juan Luis Bour, economista especialista en mercado laboral y director de FIEL, explica que "hay una tendencia preocupante que se da en un contexto de deterioro económico. Existe una mayor informalidad laboral, menores ingresos para la población con menor calificación y también para la población formal. El mercado laboral se encuentra deteriorado, lo que afecta seriamente los niveles de desigualdad".
Además, Bour agrega: "No sorprende esta evolución cuando se percibe una marcada pérdida del poder adquisitivo. No debemos olvidar que también se ha deteriorado el ingreso de las jubilaciones".
El índice de Gini, que mide la desigualdad en la distribución de ingresos, se comenzó a medir regularmente en Argentina desde 1974 a través de la Encuesta Permanente de Hogares realizada por el INDEC. Desde entonces, el nivel de desigualdad ha aumentado de manera constante.
Es importante destacar que el coeficiente de Gini mejoró desde 0,475 en el último trimestre de 2003 (después de la crisis socioeconómica de 2001-2002) a 0,364 en el primer trimestre de 2015 (durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner - Frente para la Victoria). Sin embargo, alcanzó su máximo en 0,451 durante el tercer trimestre de 2016 (gobierno de Mauricio Macri - Cambiemos) y volvió a establecer un récord en el segundo trimestre de 2020 (gobierno de Alberto Fernández - Frente de Todos).
Laura Golovanesky, directora del Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Tecnologías y Desarrollo Social para el Noroeste Argentino (CIITED), unidad ejecutora del CONICET - Universidad Nacional de Jujuy, destaca la importancia de analizar el coeficiente de Gini considerando períodos de tiempo largos. Según Golovanesky, entre el primer trimestre de 2020 y el primer trimestre de 2024, el coeficiente se mantiene en una franja de entre 0,41 y 0,45, con un avance notable hasta casi 0,47.
La economista Laura Caullo, del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, señala que el resultado del coeficiente de Gini para el primer trimestre refleja una disminución en el número de trabajadores registrados y un aumento en la cantidad de personas trabajando de forma informal o desempleadas. Además, la alta inflación ha erosionado considerablemente los ingresos familiares desde agosto de 2023. Caullo también resalta que las familias más ricas cobran en promedio 23 veces más que las familias del 10% más pobre de la población, o 15 veces más si consideramos la mediana de respuestas.
La desigualdad en Argentina continúa siendo un desafío que afecta a la población de menores recursos. La distribución de ingresos de manera desigual es un problema que debe ser abordado para asegurar una sociedad más justa y equitativa.