Autodidacta, cantor, guitarrero de peñas y festivales y divulgador de la música patagónica, Eduardo tocó las cuerdas al aire hasta que aprendió a afinarlas. El eco de las montañas, las piedras al caer, el viento sobre el agua le dictan el sonido que sale de su cuerpo-guitarra: "Yo no la elegí, ella me eligió a mí".