El día que escuchó mentiras disfrazadas de ciencia, Marta supo que siendo Profesora de Química tenía una responsabilidad con la sociedad que le dio cobijo. Nacida en Bahía Blanca, exiliada en Ecuador durante la dictadura y abrazada por Esquel con la vuelta de la democracia, su militancia social es ejemplo mundial de la ciencia al servicio del hombre.