El Gobierno de Río Negro confirmó este viernes que el incendio registrado en el Cerro Runge, en Bariloche, se inició a partir de una chispa producida por una amoladora que era utilizada en el patio trasero del Sanatorio San Carlos. El hecho ocurrió en un contexto de alto riesgo climático y bajo estrictas restricciones para el uso de herramientas que generan chispas.
El foco ígneo se desató a pocos metros del establecimiento de salud y encendió las alarmas del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), Bomberos Voluntarios y otros equipos de emergencia, que desplegaron un intenso operativo para evitar su propagación hacia zonas urbanas y forestales.
Gracias al rápido accionar de los brigadistas, el incendio fue circunscripto, quedando contenido dentro de un perímetro determinado y sin avance libre. No obstante, las autoridades advirtieron que la situación continúa bajo permanente monitoreo, ya que el viento podría modificar el comportamiento del fuego.
Desde la Provincia calificaron el episodio como “extremadamente grave” y remarcaron que se produjo en plena vigencia de restricciones destinadas a prevenir incendios forestales en Bariloche y la región andina.
En ese marco, el gobernador Alberto Weretilneck fue categórico y aseguró que habrá sanciones severas para quienes incumplan las normativas. “La negligencia pone en riesgo vidas, infraestructura y nuestros bosques nativos”, señaló, al tiempo que ratificó una política de tolerancia cero frente a este tipo de hechos.