Tras una intensa semana de actividades culturales, el corazón de la ciudad latió al ritmo de los cascos en el Desfile Criollo, que convirtió a la emblemática calle Mitre en un escenario de argentinidad inigualable, emocionando a miles de vecinos y turistas en una jornada inolvidable.
El grito sagrado de la tradición resonó en Bariloche este sábado 15 de noviembre. Nuestra ciudad vivió una jornada épica, de esas que quedan grabadas a fuego en el alma de un pueblo. La celebración del Día de la Tradición alcanzó su punto cúlmine con una explosión de color, destreza y fervor patrio que reafirmó nuestra identidad nacional desde la cordillera.
La calle Mitre fue el alma de la fiesta desde la mañana, cuando la principal arteria de la ciudad, nuestra querida calle Mitre, se transformó en una pasarela de gloria. Se vistió con sus mejores galas para recibir el Desfile Criollo, el espectáculo más esperado de la semana, que congregó a agrupaciones gauchas y tradicionalistas, transformando el asfalto en un camino de tierra y orgullo.
Con un escenario inmejorable y multitudinario, la ciudadanía acudió en gran número. Familias enteras, vecinos y turistas se agolparon a lo largo de la calle, disfrutando de cada detalle: el brillo de los aperos, la elegancia de los ponchos y la majestuosidad de los caballos.
Previo al desfile, en el escenario montado en Mitre y Rolando, el intendente Walter Cortés, acompañado por el presidente del Concejo Deliberante, Gerardo Del Río, secretarios, delegados, el cónsul de Chile, Javier Matta Manzano, y gran parte de su equipo de gobierno, compartió unas palabras para dar inicio a la fiesta.
Walter Cortés abrió su mensaje con un saludo cálido: “Buen día a la gente, a todo mi pueblo querido”, destacando la alegría de compartir el festejo del Día de la Tradición. Subrayó el valor de las costumbres locales con una frase que generó identificación inmediata: “Los paisanos somos de mate, de abrazo, de guitarra y de boina, pero sobre todo somos gente de laburo”.
Pidió además un fuerte reconocimiento a los veteranos de Malvinas y celebró la identidad del sur, expresando que el clima y la tierra “nos hacen más fuertes”. Además de esto, marcó su orgullo por las obras en marcha, especialmente el pavimento y el nuevo camino por la barda que conectará el este con el centro.
Antes de finalizar, dejó un mensaje emotivo al público: “Un abrazo, un cariño… en mi corazón están todos ustedes”, y cerró con entusiasmo: “¡Feliz Día de la Tradición!”.
Luego, las cuadrillas desfilaron con una disciplina y un porte dignos de nuestros mayores. Cada jinete y cada paisana eran un vivo testimonio de la herencia gaucha, portando con honor los símbolos de nuestra patria y de nuestras costumbres, evocando el espíritu indomable que forjó esta nación.
Vale recordar que el espíritu festivo comenzó el lunes 10, Día de la Tradición, con el solemne izamiento del Pabellón Nacional en el mástil mayor del Centro Cívico, contando con la presencia de nuestro intendente Walter Cortés y distintas autoridades, junto a las agrupaciones que son el motor de esta celebración.
En la víspera del gran desfile, el viernes, el Centro Cívico fue un hervidero de actividad cultural desde las 10 de la mañana. Ballets y grupos folklóricos compartieron su arte, mientras el aroma a comidas criollas se escapaba de la pulpería. La jornada cerró con la emotiva elección de nuestros nuevos embajadores: el Paisanito y la Paisanita.
Tras el paso por Mitre, las cuadrillas se dirigirán al Campo de Jineteadas “Alas Argentinas”. Allí, pasado el mediodía y con el Pabellón Nacional flameando en lo alto, tendrán lugar las emocionantes Destrezas Criollas –incluyendo la vibrante carrera de tambores– y el imponente Gran Desafío de Tropillas con cuero tendido.
Con cierre con sabor a festejo, la jornada sabatina concluirá como manda la tradición: con fiesta y camaradería. El Gran Baile Campero fue el broche de oro, donde el cansancio de las actividades se disipó con la alegría del folklore, preparando los ánimos para lo que aún queda por venir.
Afianzando el compromiso con nuestra identidad, la Municipalidad de San Carlos de Bariloche, al acompañar y promover esta fiesta, demuestra su profundo compromiso con lo nuestro. Esta celebración no solo fortalece nuestra identidad local, sino que impulsa el encuentro intergeneracional y reconoce la invalorable labor de nuestras agrupaciones culturales, pilares de la argentinidad en la Patagonia.