El gobierno de Javier Milei está trabajando en una posible desregulación de la actividad inmobiliaria, según información publicada por Infobae. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, se reunió en la Casa Rosada para avanzar en estas reformas. Se espera que el decreto con las modificaciones se emita en los próximos 45 días.
La reforma propuesta busca permitir que aquellos que no estén colegiados puedan ofrecer servicios inmobiliarios, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos de capacitación. Se plantea que coexistan tanto los agentes tradicionales como los nuevos agentes independientes en el mercado inmobiliario para generar más opciones para los compradores y vendedores. Se busca fomentar la competencia y reducir costos, siguiendo la línea de otras medidas ya implementadas, como la eliminación del ITI para algunas operaciones y el Impuesto de Sellos para la compra de la primera vivienda en CABA.
La industria inmobiliaria ha experimentado cambios significativos en los últimos años, especialmente con la aparición de plataformas digitales y agentes independientes que desafían el modelo tradicional. La posible apertura del mercado genera debate en el sector sobre los posibles impactos en la seguridad jurídica y la calidad del servicio. Algunos consideran que los colegios inmobiliarios han administrado mal los recursos y no ofrecen beneficios significativos a los corredores, por lo que apoyan la desregulación. Otros, en cambio, defienden el sistema de matriculación actual y sostienen que los colegios son clave para asegurar la competencia y proteger a los consumidores.
En medio de estas discusiones, surgen interrogantes sobre los alcances de una posible desregulación. Algunos profesionales del sector señalan que el mercado inmobiliario está en un buen momento, con un récord en la cantidad de escrituras y operaciones de alquiler, por lo que cuestionan la necesidad de cambios en este momento.
El debate continúa y queda por verse cómo evolucionará la situación y qué impacto tendrá en el mercado inmobiliario argentino. El gobierno busca impulsar la competencia y reducir costos, mientras que los defensores del sistema de matriculación argumentan que es necesario mantener la regulación para garantizar la calidad del servicio y la protección de los consumidores.