¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

5 de Octubre de 2025

Triple femicidio narco en Florencio Varela: autopsias confirman torturas previas a las muertes

Las víctimas Lara Gutiérrez, Morena Verdi y Brenda del Castillo fueron halladas con múltiples heridas y signos de violencia extrema antes de morir, según informes forenses.

Por Redacción

Domingo, 05 de octubre de 2025 a las 06:00

La investigación sobre el triple femicidio narco ocurrido en Florencio Varela sigue aportando detalles impactantes. Las autopsias realizadas a las víctimas Lara Gutiérrez, Morena Verdi y Brenda del Castillo evidencian que las tres fueron sometidas a torturas antes de perder la vida.

No se pudo establecer con certeza quién murió primero, aunque se presume que Morena y Brenda fallecieron antes que Lara, debido a un mayor estado de descomposición en sus cuerpos. Las tres mujeres fueron encontradas amordazadas y con tobillos y rodillas atadas. La víctima más joven, de 15 años, tenía una oreja completamente cortada y las yemas de cuatro dedos de la mano izquierda dañadas.

Lara Gutiérrez presentó siete lesiones violentas mientras estaba con vida. Fue hallada vestida con medias rojas, pantalón jogging celeste, buzo blanco y ropa interior. Tenía una mordaza en la boca, cintas plásticas en las rodillas y cordones atando sus tobillos. Cerca de su cuerpo se encontraron un cuchillo de cocina con borde aserrado y fragmentos de vidrio verde.

El informe forense concluye que Lara murió por un shock debido a la pérdida de sangre provocada por heridas cortantes y punzantes, además de lesiones contuso-cortantes causadas por impactos contra superficies duras. También sufrió daños en la segunda falange de todos los dedos de la mano izquierda, con pérdida parcial de las yemas de cuatro dedos, causadas por golpes fuertes o contacto con objetos filosos. El corte más grave fue en el lado derecho del cuello, producido por presión o impacto con un objeto duro y contundente, que le generó una hemorragia aguda.

Morena Verdi fue encontrada con pantalón jogging negro, remera blanca de manga larga, ropa interior, zapatillas blancas y azules, y una media blanca. Llevaba una pulsera de tela negra, otra roja en la muñeca izquierda, un anillo metálico dorado con medalla en el dedo anular derecho y aros en ambos lóbulos. Sus tobillos estaban sujetos con un cordón, las muñecas con cinta plástica, tenía una mordaza de cinta plástica en la boca, la cabeza cubierta por una bolsa plástica y un lazo de tela alrededor del cuello. Su cuerpo estaba parcialmente cubierto de tierra.

La autopsia indica que Morena murió por estrangulamiento a lazo y fractura cervical, ambos causados por mecanismos de compresión. Presentaba múltiples lesiones traumáticas, incluyendo una fractura luxofractura entre la primera y segunda vértebra cervical, que dañó la médula espinal y centros nerviosos vitales para la respiración y ritmo cardíaco, provocando un "shock neurogénico". Además, tenía un surco completo en el cuello compatible con estrangulamiento y signos de golpes en rostro, tórax y otras partes del cuerpo. El informe detalla que la causa de muerte se explica por el daño severo en la médula y la interrupción del flujo respiratorio y sanguíneo al cerebro.

También presentó fracturas en costillas y congestión vascular en el tórax y órganos internos, producto de los golpes recibidos.

Brenda del Castillo falleció debido a un paro cardiorrespiratorio traumático ocasionado por múltiples traumatismos craneales. Luego de su muerte, fue descuartizada a la altura del abdomen. Su cuerpo estaba cubierto con telas tipo sábanas, atado con cinta plástica en pies, rodillas y manos, y tenía una mordaza verde en la boca. Vestía únicamente ropa interior y junto a su cabeza había una bolsa plástica negra.

La autopsia reveló que Brenda sufrió numerosos traumatismos en la cabeza, con fracturas múltiples que incluyeron hundimiento del hueso frontal, aplastamiento del macizo facial y fractura en la base del cráneo, causando lesiones encefálicas severas consideradas fatales. También tenía heridas cortantes y punzantes en el cuello y mama derecha, siendo la más profunda una puñalada en la sien derecha que alcanzó la tráquea. La mayoría de las lesiones fueron infligidas cuando estaba viva, excepto la herida abdominal postmortem.

Brenda fue la víctima con mayor cantidad de heridas traumáticas, reflejando una violencia extrema.