La ampliación del gasoducto patagónico, que tiene como objetivo llegar a miles de usuarios en la cordillera con el servicio de gas natural, se encuentra actualmente con dificultades y un considerable aumento en los costos. La obra, que fue acordada por los gobernadores de Chubut, Neuquén y Río Negro en mayo de 2024, se encuentra paralizada debido a desacuerdos sobre la inversión final, afectando a más de 12.000 usuarios que aún no pueden acceder a este recurso esencial.
Actualmente, el gasoducto abastece a unas 25 localidades en Chubut, Neuquén y Río Negro. Sin embargo, desde hace tres años, la infraestructura está colapsada, lo que impide nuevas conexiones y limita el acceso al gas natural en una zona de bajas temperaturas. Entre los beneficiarios potenciales de la ampliación se encuentran más de 12.000 hogares y servicios esenciales como escuelas, hospitales y dependencias públicas.
El proyecto de ampliación del gasoducto se inició en 2017, con el objetivo de incrementar su capacidad de transporte para abastecer a 15.000 familias. Si bien las plantas compresoras para el ducto fueron importadas por la empresa Energía Argentina (Enarsa) en ese entonces, no se pudieron comenzar las obras debido a diferencias en los costos.
En el acuerdo original, firmado por Ignacio Torres (Chubut), Rolando Figueroa (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro), se estableció que las tres provincias asumirían los costos de la obra. Río Negro aportaría el 50% del financiamiento, mientras que Chubut y Neuquén se harían cargo de la otra mitad. Sin embargo, una nueva cotización generó un significativo aumento en el costo total de la obra, lo que ha generado incertidumbre sobre cómo se financiará la diferencia.
Aunque las plantas compresoras ya están en poder de Camuzzi, la falta de acuerdo financiero ha detenido el avance de las obras. Estaba previsto que la ampliación se complete en un plazo de 12 meses, pero dadas las circunstancias actuales, su finalización podría extenderse hasta fines de 2025 o incluso más. Esto dependerá de la obtención de los fondos necesarios y de la resolución de los desacuerdos financieros entre las partes involucradas.
La ampliación del gasoducto patagónico sigue siendo una necesidad apremiante para garantizar el acceso al gas natural en la región. A pesar de los obstáculos actuales, se espera que los gobernadores y las autoridades pertinentes lleguen a un acuerdo y logren reactivar las obras en el menor tiempo posible.