El reconocido cantante Jorge Lake volvió a pisar los escenarios y lo hizo con una fuerza que conmovió a todos los presentes en Mamba de Rada Tilly. No fue solo un recital: fue un reencuentro cargado de emoción, donde cada canción se transformó en un puente entre el artista y el público.
Las luces se apagaron y, al sonar los primeros acordes, la sala se llenó de aplausos y ovaciones. Lake desplegó un repertorio que recorrió distintos momentos de su carrera, despertando recuerdos y sentimientos en quienes lo acompañaron. Hubo lágrimas, sonrisas y esa energía única que solo se genera cuando la música toca fibras profundas.
El público, entregado de principio a fin, celebró no solo el talento del cantante, sino también su regreso, que se sintió como un abrazo colectivo. La velada en Mamba fue más que un concierto: fue una celebración de la música, la memoria y la pasión compartida.