Cada 6 de noviembre se celebra en todo el país el Día del Empleado Bancario, fecha instituida en 1924 en conmemoración de la creación de la Asociación Bancaria, el sindicato que desde entonces representa a los trabajadores del sector.
La jornada busca poner en valor la tarea de miles de empleados que, desde las distintas entidades financieras públicas y privadas, sostienen con profesionalismo y compromiso el funcionamiento del sistema bancario argentino. Su labor es fundamental para garantizar el acceso de la comunidad a los servicios financieros, el acompañamiento a las pequeñas y medianas empresas y la atención diaria a los usuarios.
Durante esta fecha, los bancos no atienden al público, ya que se trata de un día no laborable para los empleados del sector. Es una oportunidad para reconocer su esfuerzo cotidiano, su capacidad de adaptación frente a los cambios tecnológicos y el rol clave que cumplen en la economía del país.