Se crió en el Estación ente canchitas de fútbol y el trabajo. La familia en la que creció fue la del barrio, un enorme descampado que invitaba al encuentro: "A pesar de la crotera, fui feliz", dice y siempre buscó cómo contener a los pibes. Armó cooperativas de trabajo, el programa solidario "Una Mano para mi vecino" y fundó el Club Social y Deportivo del Estación que este año le dio un reconocimiento por su aporte a la comunidad.