Malisa Sequeiros, más conocida como “La Chucky”, es una de esas personas que no pasan desapercibidas. Con su energía arrolladora, su risa contagiosa y su motor solidario, llegó a El Bolsón por vacaciones… y terminó echando raíces tan profundas como el Piltriquitrón. Esta es su historia: la de una mujer que hizo del movimiento, el amor comunitario y la risa, su forma de vivir.