La tradicional Carrera a Ciegas volvió a llenar de emociones las calles céntricas de El Bolsón en su octava edición, que se realizó este domingo con una amplia participación. Según detalló la organizadora, Analía Romero, este año se formaron “alrededor de 27, 28 duplas, o sea, entre 50 y 60 personas más o menos”, entre caminantes y corredores de distintas categorías en los recorridos de 3 y 10 kilómetros. Familias completas también se sumaron a la experiencia, incluyendo “padres con hijos, un nene de 8 años participó con su mamá, personas grandes, de todo”.
Uno de los ejes centrales de la propuesta es la empatía y el vínculo que se genera entre quienes corren guiando y quienes lo hacen a oscuras. Para Romero, lo más significativo de la jornada pasa por lo que sienten los participantes:
“Siempre es muy lindo porque lo que recibimos es las sensaciones, lo que descubren, lo que sienten y la confianza que se crea es algo de lo que destacan mucho, la confianza que se crea entre las dos personas que participan, el confiar ciegamente, literal, en el otro y saber que van a estar bien.”
La jornada se desarrolló sin inconvenientes. “Todo, todo maravilloso, no hubo ningún inconveniente, nadie se cayó, estuvo todo de 10”, destacó Romero, quien agradeció especialmente a quienes colaboraron desde distintas áreas para garantizar que la actividad se realizara con normalidad.
“Agradecerle a María Oyarzo de Deportes, a David Tomassini del Grupo Cardio que estuvieron ahí, Néstor Benítez que hizo la carrera, todo el grupo de ADIVI y a la Secretaría de Deportes; estuvo Tránsito cortando las calles, muy bien, estuvo muy bien la parte del corte de calles de la avenida.”
De cara al 2026, la organización ya piensa en nuevas ideas para seguir renovando la propuesta. “Octava edición que salió muy linda y que esperemos que el año que viene podamos retomar. Tenemos ideas para hacer algunos cambios, para hacer algunas innovaciones y que el año que viene sea más atractiva y que no se ponga monótona, digamos”, adelantó Romero.
Una vez más, la Carrera a Ciegas reafirmó que es mucho más que un evento deportivo: es una invitación a confiar, a acompañar y a ponerse —aunque sea por un momento— en el lugar del otro.