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13 de Agosto de 2025

Jornada sin Alcohol: La emotiva historia de los jóvenes que inspiraron un cambio

Hace 14 años, una tragedia cambió la vida de Enrique y Cristina Schott para siempre. La pérdida de su único hijo, Juan, en un siniestro vial en la Comarca Andina, los llevó a transformar su dolor en una misión: salvar vidas y concienciar a través del Grupo JEN.

Sabado, 25 de enero de 2025 a las 10:28

De unos años hasta la actualidad, el último sábado del mes de enero, en El Bolsón primeramente y luego también en El Hoyo y Lago Puelo, se lleva adelante la “Jornada sin Alcohol”, buscando sembrar conciencia vial, entendiendo que el alcohol y la conducción no deben ir de la mano.

Pero no muchos quizás conocen el origen de esta iniciativa que busca salvar vidas. En una nueva edición de este ciclo de entrevistas de InfoCordillera te contamos la historia de los tres jóvenes mochileros que perdieron la vida a manos de un conductor alcohlizado.

Era una cálida noche de verano en El Bolsón allá por el 25 de enero del 2011. Juan, de tan solo 17 años, y sus amigos Eugenio y Nehuén, regresaban caminando al campamento tras disfrutar de un espectáculo en la plaza Pagano.

Una jornada que había comenzado con sueños y risas terminó de manera abrupta cuando un conductor alcoholizado los atropelló. Eugenio falleció en el acto, Nehuén unos días después y aunque Juan fue trasladado de urgencia a Bariloche, no sobrevivió a las heridas.

“Habíamos hablado con Juan ese mismo día. Estaba lleno de planes, incluso emocionado por lanzarse en parapente. Nada nos preparó para esa llamada a las 3 de la mañana que cambió nuestras vidas”, recuerda Enrique.

La tragedia dejó una marca indeleble en los Schott, quienes vivieron el proceso judicial con dolor e impotencia. “No solo perdimos a nuestro hijo, también enfrentamos una enorme indiferencia. Nos sentimos solos, invisibles”, comparte Cristina. Sin embargo, en medio de ese sufrimiento, algo comenzó a germinar: una fuerza para actuar y evitar que otras familias pasaran por lo mismo.

El motor de este cambio fueron los amigos y compañeros de Juan. “Ellos fueron los que nos impulsaron. Organizaron homenajes, hicieron una muestra pictórica, incluso diseñaron un buzo de egresados para incluir a Juan como si todavía estuviera en clase. Ese amor y compromiso nos dieron fuerzas para empezar con el Grupo JEN”, explica Cristina.

El Grupo JEN –iniciales de Juan, Eugenio y Nehuén– se convirtió en una plataforma de concienciación y acción. Desde charlas de impacto hasta jornadas como la “Noche sin Alcohol”, Enrique y Cristina han trabajado incansablemente para promover una conducción responsable y la implementación de leyes como la tolerancia cero al alcohol en la Comarca.

“La gente suele resistirse a las normas, pero estas existen para cuidarnos. Si te digo que no toques electricidad sin guantes o que uses una pinza para manipular fuego, lo haces para protegerte. Entonces, ¿por qué desobedecer algo tan claro como no manejar alcoholizado?”, reflexiona Enrique.

El camino no ha sido fácil. Los Schott enfrentaron críticas e incluso amenazas en sus primeros años de trabajo. “Hubo quienes nos dijeron que estábamos afectando la economía nocturna. Nos quisieron intimidar, pero respondimos con firmeza. Hoy, el cambio es evidente: las jornadas sin alcohol son un éxito y, aunque no podemos medir cuántas vidas hemos salvado, sabemos que son muchas”, afirma Cristina.

Enrique y Cristina también destacan el apoyo recibido en la comarca. Desde periodistas hasta políticos y vecinos, encontraron en El Bolsón una comunidad dispuesta a acompañarlos. “Cuando llegamos aquí, éramos desconocidos, y siendo porteños, sabemos que no siempre se nos ve con buenos ojos. Pero la gente nos recibió con los brazos abiertos. No tenemos más que palabras de agradecimiento”, dice Enrique emocionado.

Un momento significativo en su travesía fue el perdón al conductor que causó la tragedia. “Cumplió su condena y, después, tuvo el valor de pedirnos perdón. Hoy colabora con nosotros en la prevención. Creemos que este gesto es un milagro de los chicos”, confiesa Cristina.

A pesar del tiempo transcurrido, el vacío de Juan sigue presente. “Extrañamos verlo entrar por la puerta, su risa, sus abrazos. Pero sentimos que su misión continúa a través de este trabajo. Él nos dejó el mensaje de cuidar y respetar la vida”, dice Cristina con una mezcla de dolor y orgullo.

El Grupo JEN es más que un homenaje; es un legado. En cada charla, en cada jornada, Enrique y Cristina siembran esperanza. “Hay lápices con semillas que, al plantarlos, germinan. Así sentimos nuestra labor: sembrar conciencia para que crezca una sociedad más respetuosa y solidaria. Que los chicos entiendan que la vida es lo más valioso que tienen”, concluye Cristina.

Respetar y cuidar la vida es el mensaje que Enrique y Cristina Schott desean dejar. Y aunque Juan ya no está físicamente, su espíritu sigue vivo, inspirando un cambio profundo en cada corazón que escucha su historia.