El Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) manifestó su preocupación por las quemas que no son debidamente controladas, especialmente en el contexto de las actuales condiciones climáticas. Uno de los principales problemas es que muchas personas no permanecen en el lugar hasta que el fuego se apaga por completo, lo que, sumado a los vientos habituales en esta época del año, puede provocar reavivamientos peligrosos.
Las lluvias recientes han sido insuficientes para humedecer adecuadamente el suelo, y el clima seco, junto con los vientos, favorece el rápido secado de materiales inflamables como pastos y arbustos, aumentando considerablemente el riesgo de incendios, incluso durante el invierno.
El SPLIF recordó a la población que, al solicitar un permiso de quema, se les proporciona información sobre la necesidad de contar con herramientas básicas, como agua y equipos manuales, y se insiste en la importancia de permanecer en el lugar hasta que el fuego esté completamente extinguido.
Según indicaron, este invierno ha sido inusual, con menos frío y nevadas tempranas, lo que ha dejado el suelo seco y susceptible a incendios. Se han reportado varios casos de quemas que se han descontrolado, una tendencia que preocupa al SPLIF.
Además, se fomenta el uso de métodos alternativos como el chipeado, que permite reutilizar los residuos de manera segura. La demanda de prohibiciones de quemas está en aumento principalmente en áreas peri urbanas, impulsada por la preocupación de los residentes, especialmente aquellos con problemas respiratorios.
El SPLIF hace un llamado a la comunidad a extremar las precauciones y recuerda que en ciertas zonas, como entre el arroyo Negro y el camping El Bolsón, la quema está completamente prohibida debido a los riesgos para la salud y el medio ambiente.