Carlos Soria, uno de los alpinistas españoles más emblemáticos, se encuentra actualmente en plena ascensión hacia la cima del Manaslu, ubicada a 8.163 metros de altura. La expedición partió desde el campo 3, situado aproximadamente a 7.000 metros, en la tarde del jueves 25 de septiembre. Lo acompañan su compañero Luis Miguel Soriano y los sherpas Mikel, Nima y Phurba.
El grupo enfrenta una jornada larga y extenuante, con la incógnita sobre si detenerse a descansar en el campo 4, a 7.400 metros, o continuar directo hacia la cima, opción que elegirán si las condiciones meteorológicas lo permiten. Carlos se muestra fuerte, motivado y lleno de energía para este último esfuerzo.
Este intento de cima posee un significado especial para Soria, quien ya alcanzó la cima del Manaslu en otoño de 2010, cuando tenía 71 años. Sin embargo, su relación con esta montaña se remonta a 1973, cuando participó en la primera expedición española para conquistar un ochomil en otoño de ese año. En aquel entonces, las condiciones adversas detuvieron el avance a los 6.000 metros.
En 1975, Soria regresó con una expedición de doce alpinistas dirigida por Jaime García Orts, y aunque estuvo cerca de la cima, un edema provocado por el esfuerzo en altitud le obligó a descender por indicación médica. Aquel año, Jerónimo López y Gerardo Blázquez lograron coronar la montaña, en lo que Soria recuerda como un éxito compartido entre todos los integrantes de la expedición.
El Manaslu ha sido escenario de varios intentos por parte de Soria. En 1999 formó parte de una expedición con Iñaki Ochoa y Ferrán Latorre, y en 2010 volvió acompañado de Sito Carcavilla, con quien finalmente logró la cima. Esa fue su novena cima en un ochomil, y la octava que conquistó tras cumplir los sesenta años.
Sobre esta montaña, Soria la definió como «un ochomil medio con la dificultad añadida del riesgo de avalanchas, que es mayor que en otras montañas. No es de las más difíciles ni mucho menos, pero tiene su gracia. Hay que abrir mucha huella, montar cuerdas fijas y hacer de todo».
Lo que hace excepcional esta nueva tentativa es que, a sus 86 años, Carlos Soria regresa a un ochomil que intentó por primera vez hace más de cinco décadas, un hecho sin precedentes en la historia del himalayismo.
En entrevistas anteriores, Soria expresó su ilusión por volver al Manaslu y, a pesar de ser una figura inspiradora para alpinistas y personas de todas las edades, afronta esta expedición de forma independiente, financiando el viaje con sus propios ahorros y el apoyo familiar, sin patrocinadores.
Esta situación invita a reflexionar sobre la falta de respaldo público y privado para deportistas que enfrentan desafíos excepcionales a nivel mundial, como es el caso de Carlos Soria.
El mundo de la montaña sigue atento a esta gesta que, si se confirma, añadirá un capítulo más a la extraordinaria trayectoria de un alpinista que continúa inspirando con su pasión y resistencia.