En un esfuerzo conjunto, brigadistas del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, guardaparques, bomberos de Esquel y Trevelin, junto con personal de otras instituciones, continúan trabajando arduamente para detener el incendio que se desató en el Parque Nacional Los Alerces. Alertados de dos frentes de fuego simultáneos en el área del arroyo Cascada, los primeros en actuar fueron los guardaparques, apoyados por los bomberos voluntarios de Trevelin y Esquel. Aunque el fuego fue provocado intencionalmente, se encuentra en curso una investigación al respecto.
Hasta el momento, más de 24 hectáreas de bosque nativo, incluyendo cipreses, maitenes y arbustos, han sido afectadas por las llamas. A pesar de esto, en la Villa Futalaufquen, los turistas pueden disfrutar de la reserva natural sin inconvenientes, recorriendo los campings y senderos. Sin embargo, se insta a los visitantes a extremar las precauciones en cuanto al uso del fuego, el cual solo está permitido en áreas designadas.
A lo largo del día, el incendio ha permanecido activo, con una constante labor de los combatientes de incendios y los aviones hidrantes, quienes descienden en la pista del aeródromo para abastecerse de agua y poder atacar las llamas desde las alturas. El fuego se extiende en la parte alta, llegando hasta la ocupación del Lof Paillako. A pesar de las altas temperaturas y el esfuerzo constante de los hidrantes, el personal del Parque está dedicado plenamente a combatir el incendio y llevar a cabo las tareas logísticas.
El acceso a la zona del incendio y la pista del aeródromo está prohibido, y solo se pueden obtener imágenes a distancia bajo la supervisión de la Gendarmería. Aunque el viento no es fuerte en este momento, el ambiente se impregna con el olor a humo proveniente de la quema de material. En conclusión, se espera que los equipos de trabajo continúen combatiendo el fuego y que las autoridades puedan determinar las causas detrás de este desafortunado evento.