En una sesión del Concejo Deliberante llevada a cabo recientemente, se aprobó por mayoría la intervención de la Junta Vecinal del barrio Bella Vista. Esta medida se toma debido al funcionamiento de la sede barrial, que supuestamente ha estado organizando eventos en horarios excesivos y permitiendo el consumo de alcohol. Sin embargo, concejales de la oposición hacen un despacho oponiéndose a esta medida y acompañan el descargo de la presidenta de la Junta Vecinal, Alejandra Melín. Los concejales de la oposición destacan que Melín no puede hacerse responsable de las acciones de terceros y señalan que no ha habido un fallo del Tribunal Municipal de Faltas sobre este asunto. La oposición también argumenta que se le ha negado a Melín su derecho a un debido proceso y a ser escuchada en todas las instancias administrativas.
Alejandra Melín ha denunciado que hace tiempo que se viene apuntando en su contra, mencionando específicamente al coordinador municipal de Juntas Vecinales, Matías Casatti. Este funcionario le ha enviado notificaciones en las que le recrimina que no esté presente en la sede en determinados horarios durante actividades. Melín afirma que los presidentes de barrio no tienen horarios fijos y llevan a cabo su labor de forma voluntaria. Casatti insiste en su llamado de atención e incluso le ordena que no dé notas a los medios. La dirigente vecinal lamenta que el funcionario le reproche tantas cosas, como el volumen alto de la música, cuando en varios hogares de Bella Vista se escucha música a todo volumen los fines de semana.
En cuanto al incidente que desató esta situación, ocurrió el 13 de diciembre pasado, cuando Melín cedió la sede vecinal para una cena entre agentes sanitarios y trabajadores de la salud. También suele permitir la celebración de cumpleaños en el salón, siempre y cuando los organizadores aporten artículos de limpieza para mantener las instalaciones en buen estado. Ese día en particular, Melín estaba en un acto escolar de su hija cuando Casatti la llamó alrededor de las 22 horas. Al llegar a la sede, encontró que el coordinador municipal había llevado inspectores del Municipio para cuestionar el ruido y otros detalles. La presidenta de la Junta Vecinal expresa su malestar por estas acusaciones, particularmente por el hecho de que se le critique el volumen de la música cuando muchos vecinos en Bella Vista escuchan música alta en sus domicilios durante los fines de semana.
Por su parte, Casatti también informó a Melín que debe entregar la llave de la Junta Vecinal el 29 de diciembre al secretario de Coordinación, Luis María Aguirre. Durante la conversación entre Melín y Aguirre, este último le explica los motivos de la intervención, entre ellos, el ruido molesto. Aguirre también le asegura a Melín que está en su derecho de denunciar al coordinador de las Vecinales si cree que no ha actuado correctamente. La dirigente vecinal manifiesta que no tiene problema alguno en entregar la llave de la sede, lo cual probablemente ocurrirá después de que el Concejo Deliberante apruebe la intervención y designe a alguien responsable hasta que se lleve a cabo el proceso de elecciones.
En conclusión, la intervención de la Junta Vecinal de barrio Bella Vista ha generado polémicas y divisiones en el Concejo Deliberante. Mientras unos apoyan esta medida debido a supuestas irregularidades en la sede barrial, otros defienden a la presidenta de la Junta Vecinal, Alejandra Melín, argumentando que ella no puede ser responsable de las acciones de terceros y que no ha tenido la oportunidad de ejercer su derecho a un debido proceso. La situación sigue en desarrollo y se espera una resolución por parte del Concejo Deliberante en los próximos días.