Este viernes 1° de noviembre, lamentablemente falleció Mirta Acuña de Baravalle, una de las fundadoras de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. A los 99 años, puso fin a una vida dedicada a la lucha por memoria, verdad y justicia, tras las atrocidades sufridas durante la última dictadura militar en Argentina.
Mirta, madre de Ana María, quien fue detenida y desaparecida en 1976 mientras estaba embarazada de cinco meses, nunca pudo conocer el paradero de su hija ni de su yerno, Julio César Galizzi. Desde entonces, se convirtió en una incansable defensora de los derechos humanos, comprometida con la búsqueda de su hija y su nieto, quien se cree que nació en cautiverio.
La agrupación de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo expresó su más sentido pésame y acompañamiento a la familia de Baravalle en un comunicado: “Despedimos a otra compañera de lucha, fundadora de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Mirta Baravalle. A sus 99 años, Mirta parte sin el abrazo de su nieto o nieta. Al suyo y a todos, los seguiremos buscando. ¡Hasta siempre, querida Mirta!”.
Sus restos serán velados desde la Municipalidad de San Martín, provincia de Buenos Aires, para que sus seres queridos puedan despedirse de ella en un último adiós. El velatorio se llevará a cabo este sábado 2 de noviembre, entre las 16 y las 19 horas.
Con la partida de Mirta Acuña de Baravalle, no solo se va una de las madres fundadoras de la lucha por la memoria y la justicia, sino también se pierde a una incansable defensora de los derechos humanos. Su legado y su compromiso seguirán vigentes en la búsqueda de la verdad y en la exigencia de justicia para todas las víctimas de la dictadura militar.
Es importante recordar que las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo surgieron en tiempos oscuros, durante la dictadura militar argentina, para buscar información sobre sus hijos e hijas desaparecidos. Su lucha y su incansable búsqueda han sido fundamentales para visibilizar las atrocidades cometidas durante ese sombrío período de la historia del país.
La partida de Mirta Acuña de Baravalle deja un hueco en el corazón de todos aquellos que luchan por memoria, verdad y justicia. Su legado de valentía y perseverancia seguirá inspirando a las generaciones venideras en la defensa de los derechos humanos y en la búsqueda incansable de aquellos que aún están desaparecidos.
Descansa en paz, querida Mirta, y que tu lucha continúe iluminando un camino hacia la justicia y la verdad.