Históricamente, las reuniones del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil han llevado a convocar a la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares para la actualización de salarios. Sin embargo, desde enero de este año, no ha habido cambios en los ingresos para las trabajadoras domésticas, lo que genera un creciente descontento entre los gremios del sector. Estos destacan que "la situación no se soporta más" ante la falta de mejoras salariales y la precarización laboral.
Las empleadas domésticas enfrentan un panorama complicado, caracterizado por la caída de horas de trabajo. Según fuentes oficiales consultadas por iProfesional, actualmente no se prevé la realización de paritarias para este sector. Sin embargo, existe la posibilidad de que en el corto plazo, el Ministerio de Capital Humano, bajo la dirección de Sandra Pettovello, emita instrucciones para convocar a los gremios y a los empleadores para discutir un posible aumento salarial.
Los sueldos fijados desde enero para la categoría "Personal para tareas generales", según la escala salarial de la Obra Social del Personal Auxiliar de Casas Particulares (OSPACP), se ubican en $2.863 por hora con retiro y $3.089 por hora sin retiro. Mensualmente, estos valores son de $351.233 con retiro y $390.567 sin retiro. A estos basales se suma un extra por antigüedad y un adicional del 30% para trabajadoras en zonas desfavorables.
Por otro lado, los paritarios sindicales han señalado que en lo que va de 2024, los aumentos salariales han sido del 72,8% frente a una inflación del 119%. Esto se traduce en una pérdida del poder adquisitivo del 23,2%. Del mismo modo, se han omitido subas en junio y noviembre del año pasado, haciendo que el contexto se vuelva aún más insostenible para las trabajadoras que enfrentan un incremento en el costo de vida, especialmente en transporte y alimentos.
La realidad actual también pone en evidencia la vulnerabilidad del sector, que carece de un "poder de fuego" para llevar a cabo movilizaciones efectivas. Las trabajadoras, ante la precarización y falta de reconocimiento, sienten que convocar a un paro es una tarea casi imposible. Varios gremios han mencionado que había expectativa de reanudar las discusiones salariales en febrero, ya que los ingresos de muchas trabajadoras están por debajo de la línea de indigencia, pero no se concretó un llamado a la negociación.
Este ambiente de incertidumbre genera preocupación en los gremios, que ven poco margen de maniobra frente a la postura del ministerio de Economía, que limita las subas a solo un 1% mensual. La creciente alerta por la falta de respuesta del gobierno y la posibilidad de que no se realicen paritarias es evidente entre los representantes del sector.