La flamante coalición Frente Electoral Provincias Unidas, integrada —entre otros referentes— por los gobernadores Ignacio “Nacho” Torres (Chubut), Martín Llaryora (Córdoba) y Juan Schiaretti (exgobernador cordobés), atraviesa horas críticas en la recta final para el cierre de listas.
Fuentes internas confirman que los mayores focos de conflicto se concentran en los dos distritos de mayor peso electoral: la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí, la falta de consensos sobre candidaturas y la distribución de espacios amenaza con fracturar la estrategia nacional.
💥 El efecto Randazzo La postulación de Florencio Randazzo irrumpió como un factor disruptivo. Según operadores políticos consultados, su decisión de competir habría “dinamitado” acuerdos preliminares, obligando a recalcular alianzas y empujando a sectores a replegarse en posiciones más duras.
En el entorno de Torres y Llaryora reconocen que la irrupción del exministro abre un nuevo frente de negociación: quién capitaliza el voto de centro moderado y cómo se evita un escenario de dispersión que ponga en riesgo la performance nacional.
📊 Lo que está en juego
-
Buenos Aires concentra casi el 40% del padrón nacional, y su resultado suele definir la suerte de cualquier proyecto presidencial.
-
CABA opera como vidriera política y plataforma mediática, clave para instalar candidatos y discursos.
Mientras el reloj avanza hacia el cierre formal de listas, la pregunta que flota en todos los campamentos es si Provincias Unidas logrará sostener su narrativa de unidad o si la dinámica interna terminará por mostrar las costuras de una alianza aún en construcción.