Se ha confirmado que, este mes, se lanzará la licitación para las represas hidroeléctricas ubicadas sobre los ríos Limay y Neuquén. Esta noticia ha reavivado el debate sobre el control, la rentabilidad y el futuro de cuatro complejos generadores clave del sistema eléctrico argentino, cuyos contratos vencerán en mayo de 2023.
Las provincias de Neuquén y Río Negro, donde se encuentran estas centrales, están llevando a cabo una carrera contrarreloj para influir en el proceso y asegurar su participación en el esquema de concesión. Ambas jurisdicciones fueron convocadas por el gobierno nacional para conocer los pliegos de licitación y han planteado demandas concretas: la actualización de los cánones por la energía generada, un mayor impacto económico en la región y el respeto de las competencias provinciales sobre los recursos naturales.
Rubén Etcheverry, ministro de Planificación, Innovación y Modernización de Neuquén, ha expresado su preocupación por el trato que las provincias han recibido hasta el momento, afirmando que "vamos a exigir que se respeten los derechos de las provincias, sobre todo lo referido a los cánones, ingresos y remuneración, que se encuentran bastante perjudicados". También ha advertido que si la venta de energía no tiene un impacto positivo en la región, se estaría incumpliendo con uno de los pilares básicos del federalismo.
Las represas que saldrán a licitación, como El Chocón, Cerros Colorados, Piedra del Águila y Alicurá, representan entre el 12% y el 15% de la electricidad del país. Actualmente, estas represas continúan en manos de las operadoras originales bajo un régimen de prórroga transitoria, pero se espera que el nuevo esquema de concesiones tome forma en el próximo año.
Con la intención de garantizar una transferencia adecuada del paquete accionario a los nuevos adjudicatarios, el gobierno nacional ha creado cuatro sociedades anónimas controladas por Energía Argentina (Enarsa) y Nucleoeléctrica Argentina. Se espera que el concurso atraiga inversiones y brinde estabilidad al sistema energético.
La forma en que se definirá la remuneración de la energía hidroeléctrica a futuro es uno de los puntos importantes en este proceso. Se reconoce que esta fuente de energía es firme y siempre está disponible, a diferencia de otras como la solar o la eólica. Por lo tanto, es fundamental establecer un criterio justo que reconozca su contribución al sistema.
Tanto el gobierno de Río Negro como el de Neuquén han expresado su preocupación por la falta de claridad en cuanto al papel de las provincias y han anunciado la coordinación de una estrategia conjunta. Ambas administraciones buscan asegurar que esta licitación no repita los esquemas del pasado, donde los beneficios generados en la región no se tradujeron en mejoras tangibles para sus habitantes.
Aunque la Secretaría de Energía ha asegurado que la licitación seguirá una lógica basada en el mercado y que se buscará una transición eficiente y transparente, el tiempo es ajustado y Neuquén y Río Negro insisten en que cualquier avance debe considerar su derecho a participar en la gestión de los recursos estratégicos que poseen.