El Gobierno argentino ha decidido cerrar la empresa estatal Trenes Argentinos Capital Humano (DECAHF), la cual se encargaba de manejar el personal ferroviario. Según las autoridades, esta empresa no cuenta con funciones que justifiquen su existencia. Como resultado de esta medida, se prevé un ahorro de 42.000 millones de pesos anuales y la eliminación de 1.388 puestos de trabajo, incluyendo 23 cargos jerárquicos.
En paralelo, también se eliminó el Instituto Argentino del Transporte, entidad que fue creada en 2014 y que nunca llegó a funcionar ni emitir ninguna decisión o acción. Esta decisión fue publicada en el Boletín Oficial a través de la Resolución 35/2024.
Manuel Adorni, vocero presidencial, y Franco Mogetta, secretario de Transporte, explicaron en una conferencia de prensa que el cierre de DECAHF busca reducir el gasto y el déficit siguiendo las instrucciones del Presidente. Según los funcionarios, la empresa cuenta con una estructura sobredimensionada que duplica tareas de otras compañías estatales ferroviarias.
Durante la gestión de Alberto Fernández, se destinaron 180 millones de pesos a DECAHF, los cuales fueron utilizados para gastos cuestionables, como la puesta en valor de obras de arte en estaciones sin trenes y contrataciones de artistas para hacer obras de teatro en estaciones ferroviarias, entre otros.
La empresa era una de las 5 subsidiarias de Trenes Argentinos y se encargaba de afianzar y enriquecer el desarrollo y transferencia del conocimiento y cultura ferroviaria en el personal técnico y humano del sistema ferroviario nacional. También tenía a su cargo la preservación y difusión del patrimonio histórico documental ferroviario.
DECAHF no brinda servicios directos a la ciudadanía. Según las autoridades, su cierre permitirá un ahorro significativo para el Estado y una optimización en la estructura del sector ferroviario. Este tipo de medidas buscan reducir el gasto público y mejorar la eficiencia del Estado en beneficio de todos los argentinos.