En el marco de “Nuevas fuentes de financiamiento para el desarrollo de una infraestructura federal”, se llevará a cabo un encuentro que reúne a los 23 gobernadores provinciales y al Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Macri.
Este evento tiene como objetivo analizar la situación económica actual y el crítico estado de las rutas nacionales, que, según los mandatarios, impacta negativamente en el turismo y la producción local.
A pesar de los diferentes alineamientos políticos que podrían obstaculizar la redacción de un documento en común, existe la posibilidad de que se logre una imagen de unidad frente a esta problemática.
“No es una cumbre anti Javier Milei”, aclaran voceros cercanos al Gobierno, enfatizando que la preocupación de los gobernadores se sustenta en datos alarmantes. Un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) reveló que en mayo de 2025, la Nación transfirió a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires un total de $5.567.000, cifra que, tras considerar la inflación, representa una disminución real del 23,3% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Una provincia ubicada en el centro del país informa que, en mayo, sus transferencias interanuales cayeron un notable 26%. Además, un informe de la Comisión Federal de Impuestos vaticina que las transferencias automáticas por coparticipación sufrirán una caída del 4,2% durante 2025, lo que implicaría una pérdida de casi $2.5 billones para las provincias, equivalente al 0,3% del Producto Bruto Interno (PBI).
La Pampa y Santa Fe serían las más afectadas, con caídas esperadas del 6%, mientras que el resto de las provincias vería descensos entre el 3,5% y el 4%. En contraposición, la Ciudad de Buenos Aires enfrentaría el menor impacto, estimándose una baja del 2%.
Desde la Casa Rosada se muestra sorpresa ante estas preocupaciones, ya que en las recientes reuniones entre los gobernadores y el ministro de Economía, Luis Caputo, junto con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, “ninguno planteó el tema”, según afirman desde el Gobierno.
El IARAF apunta que la caída en la coparticipación neta se debe al “mal desempeño de la recaudación del impuesto a las ganancias y el descenso en la recaudación del IVA”, tributos que están directamente relacionados con la actividad económica y el consumo, ambos severamente afectados por la disminución de la inflación que se observa en el país.