Mauro recibió un presupuesto de una influencer especializada en gastronomía que rondaba los $9.500.000 para incluir su restaurante en un evento, con presencia, video de presentación y publicaciones en redes. Este monto se encuentra en línea con otras propuestas que también manejan empresas de retail para promocionar sus productos.
La variabilidad en las tarifas de influencers es amplia, pero todas parten de cifras millonarias para campañas integrales. Magalí Grasso y Trinidad Bottaro, de la agencia CATCH, explican que "en campañas integrales, las tarifas no se calculan simplemente sumando los costos unitarios de cada formato". Se suele armar un paquete que mejora el precio por pieza, ya que el talento valora la continuidad y la eficiencia de producir varios contenidos en un mismo período.
Según Grasso, este tipo de acuerdos brinda beneficios para ambas partes: la marca obtiene consistencia y mejor costo por contenido, mientras que el creador accede a un contrato más estable y predecible, con una exclusividad implícita durante un tiempo determinado.
En un ejemplo concreto, un influencer con más de un millón de seguidores cobra alrededor de $4.700.000 por incluir un producto de forma orgánica en un video de Instagram, y $3.000.000 por un posteo tradicional de recomendación. Añadir la réplica en TikTok puede incrementar el precio en un 40%, debido a la presencia diaria y alcance que tiene en redes.
El engagement real es un factor decisivo para fijar tarifas, ya que refleja «la capacidad del creador para generar alcance e interacción auténtica», señala Grasso. Aunque el número de seguidores sigue siendo relevante, los algoritmos priorizan el contenido viral y la interacción efectiva, por lo que estas métricas anticipan mejor el impacto y justifican el costo de una colaboración.
Existe una diferencia marcada entre influencers masivos y aquellos de nicho, especializados en temáticas específicas y con comunidades más comprometidas. Esto influye en los precios según el tipo de contenido, como historias, posteos, reels o videos.
Ximena Díaz Alarcón, CEO de Youniversal, coincide en que las tarifas varían según el tipo de creador, industria, compromiso y comunidad, sin un valor fijo, sino rangos orientativos basados en el valor percibido. Además, factores como exclusividad, derechos de uso de imagen, duración de la campaña y cantidad de plataformas ajustan significativamente el precio final.
Díaz Alarcón destaca que las exigencias de producción varían según la red social: YouTube suele tener los valores más altos por la complejidad de sus contenidos, seguido por Instagram y TikTok. En los últimos dos años, los fees se han moderado o estabilizado debido a la profesionalización del influencer marketing, aunque se compensó con cobros adicionales por derechos, paquetes y contenido cruzado.
En cuanto a los formatos, reels y posteos en Instagram suelen ser más costosos que las stories, mientras que los videos en TikTok suelen tener tarifas algo menores, y YouTube se posiciona como la plataforma con los costos más elevados por producción.
Los sectores que más invierten en influencer marketing incluyen belleza y cuidado personal, moda, tecnología, gaming, viajes y consumo masivo, con incrementos en categorías financieras, B2B y salud por la especialización requerida. La exclusividad, los derechos de imagen y la duración de la campaña son los elementos que más modifican un presupuesto.
En resumen, no hay una categoría que pague mejor de forma absoluta, pero sí sectores que destinan más presupuesto porque el contenido influye directamente en el reconocimiento, posicionamiento o ventas de la marca, concluye Grasso.