La actividad turística en el norte argentino atraviesa un duro momento, con una baja ocupación hotelera y graves problemas en el sector gastronómico. Según el presidente de la Cámara de Turismo de Santiago del Estero, Miguel Figueroa, la actividad turística del pasado fin de semana largo disminuyó un 65% en comparación con el año pasado, lo que ha generado una situación compleja y similar a una "mini pandemia". Además, la pérdida del poder adquisitivo de las familias y los altos costos de los servicios han llevado al cierre de algunos negocios de gastronomía.
En cuanto a la demanda hotelera, se ha desplomado en la categoría de una a tres estrellas, que corresponde al turismo de jubilados, familiar, de grupos y social. Sin embargo, la demanda en hoteles de cuatro y cinco estrellas se mantiene en un 80%. A pesar de esto, las expectativas para julio no son muy alentadoras y se prevé una temporada con una baja del 35% al 40%.
El vicepresidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica de Las Termas de Río Hondo, Fernando Storino, describió la situación como complicada y aseguró que la actividad ha decaído un 60% en comparación con el año anterior. La costa atlántica también ha experimentado una disminución del 50% en la actividad turística.
El secretario de Turismo de Santiago del Estero, Nelson Bravo, explicó que la baja demanda se debe a la crisis económica y a la priorización de los gastos por parte de las familias. Ante esta situación, el gobierno provincial está organizando eventos para incentivar el turismo interno, pero reconoce que son medidas temporales en medio de una película complicada.
Por su parte, otros representantes del sector turístico en Catamarca y Salta también han reportado una disminución significativa en la demanda. En Salta, se espera un aumento en la ocupación hotelera durante el actual fin de semana largo, pero se proyecta una retracción en comparación con el año pasado.
En resumen, la actividad turística en el norte argentino está atravesando una situación difícil, con una baja ocupación hotelera y cierre de negocios en el sector gastronómico. La crisis económica y los altos costos de los servicios son algunos de los factores que han llevado a esta situación. A pesar de los esfuerzos del gobierno provincial y de los empresarios del sector, las expectativas para los próximos meses no son muy prometedoras.