Tierra del Fuego fue testigo de un fenómeno natural poco común: el congelamiento del mar. Este evento sorprendente ocurrió cerca de San Sebastián, al norte de Río Grande, donde las bajas temperaturas extremas y condiciones climáticas específicas transformaron las olas en impresionantes formaciones de hielo. Los residentes y turistas quedaron asombrados ante la vista surrealista de las olas, que normalmente rompen contra la costa, ahora inmóviles y cristalizadas. Este fenómeno es un recordatorio fascinante de la fuerza de la naturaleza y de cómo el clima puede presentarnos con espectáculos visuales extraordinarios.