Convocatoria para diálogo en medio de la escalada del conflicto
César Zapata, delegado del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) en Puerto Madryn, confirmó que fue convocado a una reunión urgente en el Ministerio de Capital Humano de la Nación. El encuentro, previsto para este martes a las 11 de la mañana, también contará con la participación de representantes de las empresas pesqueras, en el marco del conflicto que mantiene paralizada la zafra del langostino.
La convocatoria tiene como objetivo abordar la disputa laboral originada por la intención empresarial de modificar el Convenio Colectivo de Trabajo, buscando ajustar el ítem de producción. Desde el sindicato sostienen que esta medida implicaría rebajas salariales, mientras que las cámaras empresariales argumentan que es una medida necesaria para reactivar una actividad actualmente deficitaria.
El conflicto tiene un fuerte impacto en puertos estratégicos del país y pone en riesgo la economía regional. Zapata enfatizó: “El reclamo es para que las empresas respeten nuestro convenio colectivo de trabajo y no induzcan a firmar algo que no estaba avalado ni por el Ministerio de Trabajo ni por el gremio”.
Además, responsabilizó a las empresas por la falta de avances en la negociación y denunció un intento de reducción salarial del 30%: “Están ensañados y siguen ensañados que acá es el convenio de trabajo del trabajador y el 30% a la baja. No les importa, sinceramente no les importa el alivio fiscal que le da el gobierno”.
Posturas enfrentadas entre sindicato y empresas
Por su parte, las cámaras empresariales aseguran que si el SOMU hubiera aceptado firmar los mismos acuerdos que los Capitanes de Pesca, los marineros ganarían más que el año pasado debido al aumento del dólar y a la forma en que se liquidarían los salarios.
El punto más crítico del conflicto se vivió cuando tres embarcaciones arribaron a Madryn y, según denunció el sindicato, los marineros fueron presionados para firmar contratos con una reducción salarial del 30%. Los 90 tripulantes fueron desembarcados tras negarse a firmar voluntariamente.
En contraste, los empresarios sostienen que los trabajadores accedieron a firmar bajo amenazas. Zapata calificó esta situación como extorsión: “Nosotros hace dos semanas habíamos firmado un acta de acuerdo de una suba salarial y ellos mismos se comprometían a no tocar el convenio colectivo de trabajo y, de un día para el otro, vienen con un contrato de ajuste a la baja del 30%. Eso es extorsión”.
El sindicato formalizó denuncias ante el Ministerio de Trabajo de Chubut y la Prefectura Naval para proteger los derechos laborales de los marineros.
Impacto y medidas posteriores
A pesar de las gestiones realizadas en Buenos Aires, las negociaciones no han avanzado y el conflicto continúa afectando a la ciudad y a la industria. Zapata manifestó: “Le están haciendo mal a la ciudad. Dos o tres empresarios manejan el recurso de todos los argentinos. No les importa ni el alivio fiscal, ni el convenio. Solo quieren bajar el sueldo”.
En respuesta a las amenazas que habrían recibido algunos trabajadores, las cámaras empresariales anunciaron la suspensión por tiempo indefinido de la bajada de barcos prevista para el 23 de julio. En un comunicado expresaron: “La familia siempre está primero. Cuando se la amenaza, se toca la fibra más íntima de cada persona. Nos toca decir basta”.
Desde el sector pesquero sostienen que el gremio se niega a modificar el Convenio Colectivo de Trabajo para ajustar los ítems vinculados a la producción, en un contexto marcado por costos internos elevados y precios internacionales desfavorables. Por su parte, el SOMU denuncia extorsión empresarial al convocar marineros bajo amenazas de sanciones laborales.