Con el inicio del verano y el incremento del tránsito vehicular, la Ruta 237 se convierte en un punto crítico para la interacción entre humanos y fauna silvestre. En las últimas semanas, numerosos guanacos han sido avistados cruzando esta carretera en la zona noreste del Parque Nacional Nahuel Huapi, especialmente hacia las orillas del río Limay, en busca de agua y espacios naturales.
El tramo, conocido por sus paisajes como el anfiteatro y el Valle Encantado, ha sido escenario de frecuentes cruces de guanacos, lo que representa un peligro tanto para los animales como para los conductores. Personal del Parque Nacional interviene regularmente para advertir sobre la presencia de guanacos con sus crías y solicitar a los automovilistas reducir la velocidad, respetar la cartelería y extremar la precaución.
El guanaco está clasificado como una “Especie de Vertebrado de Valor Especial” dentro del área protegida, y su conservación es una prioridad. El Departamento de Conservación y Educación Ambiental lleva adelante monitoreos poblacionales y acciones de manejo para garantizar la preservación de esta especie emblemática.
Las autoridades reiteran la importancia de circular a baja velocidad en la Ruta 237 y de mantenerse atentos al cruce de fauna. Prestar atención y respetar las indicaciones es clave para evitar accidentes que pongan en riesgo tanto la vida de los animales como la seguridad de los viajeros.