Desde 1999, cada 4 de mayo se conmemora el Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales, fecha en que se realiza en todo el mundo un especial reconocimiento tanto a la tarea de las y los brigadistas, como también a quienes sufrieron accidentes e incluso perdieron la vida desempeñando su labor en la lucha contra el fuego.
Esta efeméride se estableció a partir de un incendio ocurrido en Canadá en diciembre de 1998, en el que fallecieron cinco combatientes de una brigada forestal. Coincide, además, con la celebración del Día de San Florián, considerado el Santo Patrono de las y los Combatientes.
Cabe señalar que el cambio climático que azota el planeta crea un caldo de cultivo para la proliferación de incendios forestales cada vez más extremos. Se producen como consecuencia del cambio de temperaturas, de la escasez de agua y, evidentemente, de la acción del hombre. Este desastre forestal tiene, a su vez, consecuencias devastadoras para las comunidades –animales, vegetales o humanas– que viven en donde suceden.
De hecho, en muchos casos los incendios forestales suponen la pérdida de la biodiversidad. En el caso de los seres humanos, cada año los incendios forestales se cobran la vida, incluso de quienes luchan por apagarlos. Para reconocer quienes lo dejan todo en la lucha de cada incendio y asimismo, recordar a estas víctimas se conmemora cada 4 de mayo el Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales.
En nuestra región, todos tenemos presente el enorme compromiso y dedicación que en cada incendio forestal demuestran nuestros combatientes. Es por ello que aprovechamos esta fecha tan movilizante para reconocer a los trabajadores del SPLIF, Servicio Nacional de Manejo del Fuego, Parques Nacionales y Servicio Provincial de Manejo del Fuego del Chubut.