Una mujer identificada como Inés Martínez, de 63 años y oriunda de Buenos Aires, falleció mientras realizaba una inmersión en el lago Moreno, en la zona cercana al arroyo Angostura, en San Carlos de Bariloche.
Según testigos, la víctima ingresó al agua, pero a los pocos minutos pidió salir debido a dificultades para respirar. Segundos después, se desmayó y no volvió a reaccionar. El personal de la escuela de buceo alertó de inmediato a los servicios de emergencia, quienes intentaron reanimarla antes de trasladarla al hospital, donde se confirmó su fallecimiento.
Martínez había contratado el servicio de buceo con la empresa Atlántida, aunque los equipos que utilizaba pertenecían a la firma local Arumco. Por este motivo, los investigadores secuestraron los trajes de neoprene y otros elementos técnicos para determinar si eran aptos para las bajas temperaturas del lago.
En el lugar se encontraba el propietario de la empresa Atlántida, un empresario reconocido en el ámbito del buceo, quien presenció el trágico episodio. La justicia investiga si hubo alguna negligencia en la prestación del servicio o si la causa del deceso estuvo relacionada con una condición médica preexistente.