Camila Parsons, portavoz de la familia afectada, relató que los agresores, aparentemente conocidos en la comunidad, cortaron la energía previamente para dejar a la familia incomunicada. "Lamentablemente es gente del pueblo, y estoy segura de que, al encontrarse con nosotros, por el temor a que los reconozcamos, no tenían otra opción que matarnos. Y ese fue su grito: 'hay que entrar y matarlos'", expresó Parsons.
La familia, encargada de cuidar una propiedad privada en el acceso norte a la Villa Lago Rivadavia desde hace 16 años, se encontraba celebrando la festividad cuando se vio sorprendida por la interrupción de la electricidad, algo común en la zona. Momentos después, los perros alertaron sobre la presencia de los intrusos.
"Unos minutos después, escucho ladrar a los perros y cuando salgo a mirar, me encuentro con tres sujetos corriendo hacia la puerta de ingreso a la casa de mis padres. Uno de ellos comienza a apuntarme con un arma, así que atiné a ingresar, cerrar con llave y avisar a mi mamá que nos venían a robar", detalló Parsons.
A pesar de la agresividad de los asaltantes, la madre logró trabar una puerta, y la familia pidió ayuda a gritos a un vecino. La valiente resistencia y la intervención de la comunidad hicieron que los delincuentes desistieran y se retiraran del lugar.