Rosa Marianela Rubilar, de 41 años, había sido beneficiada con prisión domiciliaria debido a su responsabilidad sobre dos menores de edad. Sin embargo, semanas atrás cortó la tobillera electrónica que monitoreaba sus movimientos y se fugó. Su paradero fue desconocido durante varios días hasta que fue detenida en un control policial en Santa Cruz, donde también tenía un pedido de captura federal por otro delito.
La fiscal jefa, Betiana Cendón, informó que mediante un exhorto entre la justicia de Río Negro y Santa Cruz, se ordenó el traslado inmediato de Rubilar a Bariloche. "Un móvil salió de Viedma para buscarla, con dos choferes y una mujer policía a cargo de su custodia. Llegará a Bariloche en las próximas horas", explicó Cendón.
Medidas de seguridad reforzadas
Cendón aseguró que, dada la gravedad del caso y la demostrada falta de respeto de Rubilar por las medidas preventivas, solicitará su prisión preventiva en un establecimiento adecuado. "Esta señora ha demostrado que no respeta ninguna pauta de morigeración en prisiones preventivas. Por eso pediré una privación de libertad más estricta", subrayó la fiscal.
La fuga de Rubilar no solo generó alarma por su escape, sino también por la situación de sus hijos, quienes no estaban con ella al momento de su captura. La fiscalía ha delegado la investigación del paradero de los menores al Servicio Nacional de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (SENAF), para garantizar su protección. "Cada niño tiene un padre distinto, y no es claro si están en condiciones de asumir la custodia. SENAF los buscará y determinará un adulto responsable que se haga cargo de los niños", agregó Cendón.
Avances en la investigación del homicidio
A pesar de la fuga de Rubilar, la investigación del homicidio de Federico Ramírez ha avanzado. La fiscalía cuenta con pruebas que indican la participación de un hombre con una incapacidad mental en el crimen. Debido a esta condición, no puede ser imputado según el artículo 34 del Código Penal, lo que incrementa la responsabilidad de Rubilar en el asesinato.
"Si una persona comete un delito valiéndose de alguien incapaz, como en este caso, se trata de un agravante. Es similar a cuando adultos usan a menores para cometer crímenes, aprovechándose de su vulnerabilidad. Este agravante será tomado en cuenta al calificar el delito y al determinar la pena", concluyó Cendón.
El traslado de Rubilar a Bariloche es inminente, y la fiscalía busca asegurar que esta vez no haya margen para otra fuga, mientras se prepara para llevar el caso a juicio.