La Patagonia Argentina es conocida por sus paisajes impresionantes y su naturaleza prístina, pero también es el hogar de una industria frutícola menos conocida pero igualmente impresionante. En la localidad de El Maitén, se encuentra un sector dedicado a la producción de frutillas de alta calidad.
El Maitén se beneficia de un clima seco y suelos fértiles que son ideales para el cultivo de frutillas. Estas condiciones climáticas no solo favorecen el crecimiento de las plantas sino que también reducen la presencia de plagas, lo que permite una producción más limpia y sostenible. La región es reconocida por su vivero de plantines de frutilla, que provee a productores locales y de otras regiones, asegurando producciones de alto rendimiento y excelente calidad.
El proceso de producción de frutillas en El Maitén es meticuloso y comienza con la selección cuidadosa de las plantas madres, que luego generan estolones. Estos brotes son cuidadosamente replantados para producir nuevos plantines que eventualmente se comercializan para su plantación. El vivero Don Antonio, ubicado en esta región, es uno de los mayores productores de plantines de frutillas de Latinoamérica, con una producción anual de alrededor de 60 millones de plantines.
La producción de frutillas no solo es importante para la economía local sino que también es un punto de orgullo para los habitantes de El Maitén. La comunidad agrícola local trabaja arduamente para mantener un estándar de calidad que les permite no solo satisfacer la demanda interna sino también exportar a países vecinos como Brasil, Ecuador y Colombia.
La próxima vez que disfrutes de una deliciosa frutilla, podría ser que haya comenzado su viaje en la tranquila y remota localidad de El Maitén, un lugar donde la agricultura se encuentra en armonía con el entorno natural.