Un trabajador rural realizaba tareas de mantenimiento tras una quema de vegetación cuando hizo un hallazgo inesperado: restos humanos aparecieron entre los arbustos calcinados en un campo privado de Epuyén. La Justicia investiga si pertenecen a Salvador Paredes, un vecino de la localidad que desapareció en febrero de 2020.
El fiscal Carlos Díaz Mayer confirmó que el hallazgo se produjo en una zona cercana a la ruta, donde recientemente se había llevado a cabo una quema controlada. “Al remover los restos de rosa mosqueta, emergieron partes del cuerpo de una persona. Ya intervienen Antropología, Policía y Criminalística”, explicó.
Junto a los restos se encontraron prendas de vestir que coincidirían con las que llevaba Paredes el día que fue visto por última vez: una campera negra, un pantalón oscuro y crocs azules. “Los elementos hallados coinciden con la descripción proporcionada por la familia en su momento”, detalló el fiscal.
El cuerpo no estaba enterrado, sino sobre la superficie, aunque parcialmente cubierto por tierra, lo que sugiere que fue el paso del tiempo y las condiciones climáticas lo que lo ocultó. “No hay signos evidentes de criminalidad, pero tampoco se descarta ninguna hipótesis”, agregó Díaz Mayer.
Paredes tenía 75 años al momento de su desaparición y solía salir a caminar por la zona. Su caso fue denunciado por familiares dos días después de perder contacto con él. Desde entonces, no hubo rastros, y su búsqueda se había enfriado.
Ahora, la Fiscalía espera avanzar en el proceso de identificación a través de análisis de ADN, lo que podría dar una respuesta definitiva a una incógnita que lleva más de cinco años sin resolverse. Mientras tanto, el hallazgo mantiene en vilo a la comunidad de Epuyén.