La llegada de inversiones en el sector turístico a Esquel ha despertado un palpable entusiasmo entre los habitantes de la zona. Sin embargo, la alegría del anuncio se ve opacada por la creciente preocupación sobre la ampliación del gasoducto cordillerano, un proyecto fundamental para establecer nuevas conexiones de gas en la región. La falta de progreso en esta obra podría poner en riesgo el tan anhelado crecimiento turístico, impidiendo la llegada de potenciales inversores.
Los empresarios locales del turismo manifiestan su preocupación ante esta situación. Según ellos, la disponibilidad de gas es vital para el correcto funcionamiento de servicios esenciales como hoteles y restaurantes. Sin el avance en la ampliación del gasoducto, las posibilidades de nuevos proyectos de inversión se verán limitadas, lo que, a su vez, afectará el empleo y el desarrollo económico de Esquel. Esta necesidad de una solución rápida se vuelve cada vez más urgente entre los diferentes actores de la comunidad.
Al mismo tiempo, la ciudadanía sigue de cerca las decisiones referidas a esta obra. Muchos vecinos aspiran a ver a Esquel transformándose en un destacado destino turístico, pero son plenamente conscientes de que sin la infraestructura necesaria, ese sueño podría esfumarse. La ampliación del gasoducto no solo promete atraer inversiones, sino que también trae consigo mejoras en la calidad de vida de los habitantes, quienes buscan un desarrollo sustentable y responsable en el área.
Ante esta situación, es imperioso que las autoridades locales actúen con rapidez para asegurar que la ampliación del gasoducto se realice dentro de los plazos establecidos. La cooperación entre los sectores público y privado resulta clave para superar cualquier obstáculo que impida el avance de esta importante obra. La comunidad confía en que se tomarán las decisiones adecuadas para garantizar un futuro próspero, donde las inversiones turísticas puedan prosperar y contribuir al desarrollo integral de Esquel.