El Gobierno analiza impulsar las cárceles privadas y quiere vender las que están ubicadas en las ciudades, Esquel sería una de ellas. Este plan forma parte de una serie de reformas impulsadas por el gobierno actual, que busca modernizar el sistema penitenciario y mejorar las condiciones de seguridad.
El presidente Javier Milei ha indicado que el proyecto tiene como objetivo vender las cárceles ubicadas en zonas urbanas para, con esos fondos, construir nuevas instalaciones penitenciarias en terrenos más alejados de los centros urbanos. La iniciativa también incluye la incorporación de cárceles privadas, siguiendo modelos implementados en otros países como Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y El Salvador.
La propuesta ha generado un amplio debate en la sociedad, con opiniones divididas sobre la efectividad y las implicaciones éticas de la privatización de las cárceles. Mientras algunos argumentan que podría llevar a una gestión más eficiente y a una reducción de costos para el Estado, otros expresan preocupación por los derechos de los reclusos y la calidad de las condiciones carcelarias bajo administración privada.
El gobierno sostiene que este cambio permitiría la construcción de cárceles con mejores estándares de seguridad y calidad, sin incurrir en gastos adicionales para los contribuyentes. Además, se espera que la venta de las propiedades actuales en zonas de alto valor inmobiliario contribuya a financiar el proyecto.
Este tema es de particular relevancia en el contexto actual de Argentina, donde la seguridad y la justicia penal son asuntos de gran importancia para la ciudadanía. La discusión sobre la privatización de las cárceles es un reflejo de las diversas perspectivas y desafíos que enfrenta el país en su búsqueda de un sistema penitenciario más eficaz y humano.