SpaceX presentó una nueva solicitud a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) para lanzar sus satélites de segunda generación a altitudes más bajas de lo habitual. La empresa planea reducir la altura de los satélites Starlink Gen2 de 525-535 km a 475-485 km, lo que permitirá aumentar el número de satélites por plano orbital. Sin embargo, el total de satélites seguirá estando por debajo del límite máximo de 29.988 satélites establecido por la FCC.
Estos cambios son un paso adelante para que Starlink cumpla su promesa inicial de ofrecer servicios de Internet de banda ancha de 1 Gbps por usuario en todo el mundo. Actualmente, los clientes de Starlink experimentan velocidades de descarga de entre 25 y 220 Mbps, con un promedio de alrededor de 100 Mbps. Pero gracias a estos avances y al uso de los cohetes Starship para lanzar los nuevos satélites de segunda generación, se espera que las velocidades de gigabit estén cada vez más cerca.
Uno de los aspectos destacados de estos nuevos satélites es que ofrecerán 10 veces más ancho de banda y menor latencia que los de la generación anterior, aunque también serán mucho más grandes. Esto plantea un desafío para SpaceX, ya que no podrá utilizar el Falcon 9 para los lanzamientos, como lo ha hecho hasta ahora. Sin embargo, con el Starship, que ya tiene la capacidad de llegar a órbita, SpaceX no tendrá que resolver el desafío de la reentrada para comenzar a lanzar Starlink con este poderoso cohete.
Starlink ha experimentado un rápido crecimiento desde su lanzamiento, superando los 3 millones de clientes en el mes de mayo. Actualmente cuenta con más de 7.000 satélites lanzados y 4.700 satélites activos, y el servicio está disponible en más de un centenar de países, así como en compañías de cruceros y aerolíneas comerciales.
Se espera que los ingresos de Starlink para el año 2024 alcancen los 6.600 millones de dólares, y estas cifras seguirán mejorando el próximo año con los acuerdos de operadoras que aprovecharán la conectividad celular Direct to Cell de Starlink para ofrecer servicio en zonas sin cobertura. Todo esto ha contribuido a elevar la valoración de SpaceX a más de 200.000 millones de dólares, convirtiendo a Starlink en la gallina de los huevos de oro de la compañía.