El empresario vitivinícola y dirigente deportivo Carlos Crotta, de 59 años, falleció en Mendoza, la provincia que considera su hogar. Nacido en Buenos Aires, Crotta se mudó a Mendoza en su juventud y asumió la responsabilidad de la bodega familiar a los 22 años, continuando el legado de su abuelo y su padre, Carlos Leopoldo.
Carlos Crotta es reconocido como uno de los impulsores de la cultura enológica argentina. Su nombre se asocia con la célebre frase "Moscato, pizza y fainá", que no solo representa una tradición porteña, sino también un emblema de la bodega que lideró durante décadas. En una entrevista con Los Andes, Crotta comenta con una sonrisa: "¿Sabés que lo tengo registrado?".
Además de su rol en la industria vitivinícola, Crotta fue vicepresidente de Bodegas de Argentina y representó a la entidad en diversas instituciones del sector, fortaleciendo el vínculo entre la vitivinicultura y el entramado institucional del país.
En cuanto al éxito de su empresa, Crotta explica: "Fuimos los primeros damajuaneros del país y, como dice el refrán, 'el que pega primero pega dos veces'". La clave para mantenerse en el tiempo, según él, es la consistencia en la calidad de sus vinos. "Lo que hemos tratado de hacer es mantener la calidad, o sea no tener una partida buena y otra no tanto", afirma. Los consumidores están dispuestos a pagar un poco más por un vino confiable como el de la bodega Crotta.
A lo largo de los años, la tradicional damajuana ha ido sumando alternativas, adaptándose a los cambios del mercado y las nuevas formas de consumo. Sin embargo, la damajuana sigue siendo popular en el interior del país, aunque no tanto en Capital y Gran Buenos Aires, debido a las diferencias de hábitos entre regiones.
Con una estrategia centrada en el volumen, la bodega Crotta despacha aproximadamente 800 mil litros de vino al mes en todos sus envases. Esto refleja tanto el arraigo de la marca como su capacidad para mantenerse en un mercado que demanda eficiencia, tradición y cercanía con el consumidor.
Carlos Crotta supo capitalizar su origen porteño y lo incorporó a su empresa. Cuando se le consultó sobre la icónica frase "Moscato, pizza y fainá", Crotta responde naturalmente: "Sí, exactamente. Nosotros tenemos registrada esa frase. Es una relación muy porteña, esa combinación de Moscato y pizza, especialmente en las pizzerías donde se come de pie. Es un clásico".
El empresario entiende que los consumidores buscan experiencias nuevas con raíces conocidas. Por eso, apuesta por ofrecer un vermú de 15 grados, más versátil que otras bebidas con mayor graduación alcohólica, ya que se puede disfrutar con tónica, naranja, soda o solo. Esto amplía las opciones para satisfacer los gustos de los clientes.
Además de su destacada trayectoria empresarial, Carlos Crotta deja una huella en el deporte mendocino como dirigente del Club Atlético San Martín durante casi 14 años. Su legado como empresario y amante del deporte perdurará en la historia de Mendoza.