El Gobierno se enfrenta a un segundo semestre desafiante en cuanto a las reservas del Banco Central, uno de los indicadores clave para el mercado. Durante el primer semestre, las reservas mostraron un crecimiento positivo, pero recientemente se han estancado y disminuido.
Se espera que el blanqueo y un potencial financiamiento externo ayuden a cambiar esta dinámica, pero la pregunta es como jugaran su papel los gobernadores para facilitar o perjudicar el blanqueo de acuerdo a como adhieran sus provincias al mismo. Hay tres opciones que pueden ocurrir, que adhieran sin costo ayudando a un mejor resultado para el gobierno nacional pero sin obtener recursos propios, otra opción es que adhieran pero fijando algún costo local como puede ser una tasa provincial por los bienes blanqueados o, en el otro extremo, los mas enfrentados al gobierno de Milei seguramente optarán por la postura de no adherir y los ciudadanos que se presenten al blanqueo y tengan residencia en esa jurisdicción, quedaran sujetos a ajustes, multas y sanciones por impuestos provinciales.
El economista Francisco Ritorto comenta que el Gobierno espera recaudar hasta US$ 40.000 millones a través del blanqueo, pero este monto podría disminuir si se realiza en tres etapas. Estos fondos podrían utilizarse para intervenir en el mercado de contado con liquidación y así esterilizar los pesos. Sin embargo, los economistas consideran difícil imaginar un nuevo financiamiento externo antes del segundo trimestre de 2025.
El resultado del blanqueo tendría un impacto significativo en las reservas del Banco Central. Según el economista Gonzalo Guilardes, si se utilizan los fondos del blanqueo para intervenir en el mercado, se espera un stock de reservas netas negativas para diciembre. Esto plantea un desafío crítico considerando los vencimientos de capital e intereses de los títulos en dólares en enero.
A pesar de estos desafíos, la recaudación por el blanqueo significaría un alivio fiscal para el Gobierno. Además, el superávit financiero logrado en el primer semestre brinda cierto margen al equipo económico. Se espera que el blanqueo ingrese hasta septiembre, y junto con otras medidas fiscales, ayudaría a mantener el equilibrio en las cuentas públicas y cumplir con las metas establecidas por el FMI.