La reciente aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal en Argentina marca un punto de inflexión en la política económica del país, introduciendo cambios significativos que afectarán la vida cotidiana de sus ciudadanos. Este conjunto de medidas, que emergen tras un proceso legislativo de casi seis meses, han sido descritas por el gobierno como "fundacionales" para su visión política y económica.
Entre los cambios más destacados se encuentra la modificación en el Impuesto a las Ganancias y el Impuesto sobre los Bienes Personales. El mínimo no imponible para el Impuesto a las Ganancias se ha ajustado, y ahora se establece en $1.800.000 brutos para solteros y $2.200.000 para casados con hijos. Esto significa que aproximadamente 800.000 trabajadores que habían sido eximidos el año pasado volverán a estar sujetos a este impuesto, con tasas que varían entre el 5% y el 35%. Además, se permitirá deducir del impuesto gastos por alquiler y servicios médicos, y la actualización del mínimo no imponible se realizará de forma trimestral durante este año y semestralmente a partir de entonces, basándose en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
En cuanto al Impuesto sobre los Bienes Personales, se ha elevado el mínimo no imponible, eximiendo a aquellos cuyos bienes no superen los $100 millones. Las alícuotas para este impuesto también se reducirán, oscilando entre el 0,5% y el 1,5%, y se introducirá un régimen especial que permitirá adelantar el pago del tributo de cinco ejercicios a una tasa preferencial.
Otro cambio significativo es el aumento en las escalas y montos de facturación para los monotributistas, que se incrementarán hasta un 400% a partir de julio. Esta medida busca aliviar la carga fiscal sobre los pequeños contribuyentes y fomentar la actividad económica independiente.
Estos cambios fiscales son solo una parte de un paquete más amplio que también incluye reformas en las relaciones laborales, empleo, obras públicas y otros aspectos que repercutirán en la vida diaria de los argentinos. La aprobación de estas leyes ha sido un proceso complejo y ha requerido negociaciones intensas entre el gobierno y la oposición, reflejando la dinámica política actual del país.
La implementación de estas reformas será un proceso observado de cerca tanto por los ciudadanos como por los analistas económicos, ya que tendrán un impacto directo en la economía doméstica y en el panorama fiscal de Argentina.