La tensión entre el Gobierno de Javier Milei y los principales sindicatos del país alcanza un nuevo pico esta semana, con una serie de paros y manifestaciones que paralizarán gran parte de la actividad en el país. Los gremios del transporte, los empleados públicos y los docentes universitarios se han unido en un frente común de rechazo a las políticas económicas y laborales impulsadas por la administración nacional.
El martes 29 de octubre, el sindicato de trabajadores estatales, ATE, convocó a un paro de 36 horas. Según el secretario general Rodolfo Aguiar, esta medida de fuerza "golpeará fuerte al Presidente y a sus mandantes" debido al "deterioro de la vida de los trabajadores, jubilados y familias" bajo el actual gobierno. Durante las protestas, no se descartan "algunos cortes de ruta", que tendrán lugar en el Obelisco de Buenos Aires y en todo el país. Los estatales exigen la reapertura de las paritarias salariales, que han sido congeladas por el Gobierno y solo han otorgado un aumento del 1%.
El miércoles 30 de octubre se llevará a cabo un paro nacional de transporte convocado por la Mesa Nacional del Transporte, que incluye a los principales gremios del sector. Esta medida de fuerza paralizará la actividad de camiones, trenes, subtes y aviones en rechazo al "ajuste, el aumento de los boletos, la privatización de Aerolíneas y el ataque a los jubilados". El líder camionero Pablo Moyano, uno de los impulsores de la huelga, criticó a la cúpula de la UTA por no sumarse a la medida, y advirtió que "la historia los juzgará".
Además, los docentes universitarios también participarán en el paro del 30 de octubre, según anunció la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU). Según esta organización, la docencia sufre una "pérdida salarial que supera el 30%" y no ha recibido respuestas en las paritarias.
De esta manera, el Gobierno de Milei se enfrenta a una semana clave, con gran parte de la actividad económica y social del país paralizada debido a las protestas gremiales. Las próximas jornadas serán un test de fuerza entre el Ejecutivo y los sindicatos más poderosos, en un contexto de creciente conflicto.