Aviones de combate israelíes llevaron a cabo un fuerte ataque aéreo en el Líbano, el mayor desde 2006, dejando como resultado una trágica pérdida de vidas humanas, incluyendo mujeres, niños y paramédicos. Según fuentes militares libanesas, se registraron más de 120 ataques en diferentes zonas del país.
Los habitantes del sur del Líbano recibieron mensajes instándolos a abandonar sus hogares, lo que indica que los ataques podrían continuar en las próximas horas. La situación es de suma preocupación, ya que estos enfrentamientos entre el ejército de Israel y el grupo Hezbollah se han prolongado por casi un año, lo que incrementa el temor de que se desate una guerra a gran escala.
El ejército de Israel informó que llevó a cabo "un ataque selectivo en Beirut" y la televisión estatal Kan reveló que el objetivo era un alto oficial de Hezbollah. Por su parte, Hezbollah respondió con ataques a diferentes locaciones estratégicas en el norte de Haifa.
La cifra de víctimas aún no ha sido confirmada, pero se sabe que vehículos de la Cruz Roja y la Defensa Civil libanesa están trasladando a los heridos a hospitales en todo el país. Según el Ministerio de Sanidad libanés, las explosiones en los dispositivos de comunicaciones de Hezbollah han dejado hasta el momento 37 muertos y casi 3.000 heridos.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó que estos ataques son necesarios para proteger a las ciudades israelíes de miles de cohetes y misiles que serían lanzados por Hezbollah. Netanyahu destacó que los eventos están "cambiando el equilibrio de poder" entre ambas partes.
La situación en el Líbano es alarmante y cada vez más tensa. Se espera que las autoridades internacionales intervengan y busquen una solución pacífica para evitar una mayor escalada del conflicto.