Un grupo de adolescentes de la ciudad de General Roca es señalado por la creación y difusión de imágenes de contenido sexual utilizando inteligencia artificial. Estas imágenes involucran a compañeras de la misma comunidad escolar, quienes han tenido sus rostros utilizados sin su consentimiento.
Esta situación genera una profunda preocupación en la sociedad, ya que los jóvenes utilizan fotos de sus compañeras y las procesan en un software de inteligencia artificial para generar representaciones distorsionadas de la realidad. El fenómeno de la creación de imágenes de este tipo, sin el consentimiento de las personas involucradas, ha despertado la alarma y ha dejado en evidencia la necesidad de reflexionar sobre la violencia de género digital.
La resolución de este caso está en manos de la Cámara de Apelaciones, que recientemente ha confirmado la decisión de la jueza subrogante de Familia, Ángela Sosa. Dicha resolución establece medidas cautelares como la prohibición de acercamiento de 200 metros por un plazo de 90 días, incluyendo el establecimiento educativo que comparte con la víctima. Además, se ha determinado que el adolescente deberá asistir a un espacio terapéutico enfocado en masculinidades y violencia de género.
La familia de uno de los adolescentes investigados presenta una apelación argumentando que la resolución judicial vulnera el debido proceso y el derecho de defensa. Alegan que la decisión carece de una fundamentación adecuada y que su hijo ha sido estigmatizado con acusaciones falsas. También manifiestan que la medida implica discriminación por su edad, afectando su derecho a la educación y a la práctica deportiva. Sin embargo, la Cámara de Apelaciones considera que los argumentos presentados no son suficientes para modificar lo resuelto en primera instancia.
En su fallo, la Cámara destaca la importancia de abordar este caso desde una perspectiva interseccional, teniendo en cuenta la violencia de género y las circunstancias específicas de la denunciante. Además, se hace hincapié en el impacto diferencial que esta violencia tiene sobre las mujeres jóvenes y adolescentes. Esto nos invita a reflexionar sobre la necesidad de desarrollar estrategias de prevención y concientización en torno a la violencia digital y sus consecuencias.
Es fundamental que se tomen acciones para proteger a las víctimas de este tipo de violencia y sentar precedentes claros que desalienten este tipo de comportamientos. La sociedad debe reflexionar sobre el respeto a la privacidad y la importancia de obtener un consentimiento informado antes de compartir cualquier tipo de contenido íntimo.