El invierno en la Patagonia y la problemática del gasoducto cordillerano
La llegada de un nuevo invierno en la Patagonia trae consigo no solo el frío característico de la región sino también la persistente problemática del gasoducto cordillerano, cuya obra de repotenciación sigue inconclusa. A pesar de las promesas de gobernadores, diputados y secretarios de energía, la situación permanece estancada, afectando tanto a las nuevas inversiones privadas como a los hogares que aún esperan la conexión a la red de gas.
La historia de esta obra es una cadena de eventos desafortunados: equipos que no llegaban, luego abandonados en la aduana de Rosario y, ahora que están disponibles, su instalación no progresa. Esta serie de retrasos ha llevado a que, a una semana de cumplirse dos años desde que Camuzzi cortó las nuevas habilitaciones de conexión, la obra siga igual.
La comunidad se encuentra en una encrucijada, con tarifas de gas que han experimentado aumentos considerables, lo que lleva a cuestionar la falta de inversión por parte de las empresas y la escasa gestión gubernamental en un contexto de tarifas elevadas. Según recientes informes, se ha firmado un acuerdo para la ampliación del gasoducto que beneficiará a aproximadamente 12,000 hogares, hospitales y escuelas en 25 localidades de Neuquén, Río Negro y Chubut. Este proyecto permitiría incrementar la capacidad de transporte de gas y eliminar las restricciones actuales en el sistema Cordillerano-Patagónico.
Sin embargo, la realidad es que muchos residentes aún enfrentan la temporada invernal sin acceso a un servicio esencial para el clima extremo de la región. La situación se agrava con el hecho de que las tarifas de gas han sufrido incrementos significativos, lo que ha llevado incluso a la suspensión judicial de estos aumentos en algunas provincias como Tierra del Fuego.
La comunidad patagónica espera con urgencia que las promesas se conviertan en acciones concretas que resulten en la finalización de la obra del gasoducto cordillerano. La necesidad de una solución efectiva es imperativa para garantizar el bienestar y el desarrollo económico de la región. La esperanza es que, con la colaboración entre las provincias y el gobierno nacional, se logre superar los obstáculos burocráticos y técnicos para brindar a los habitantes de la cordillera el acceso al gas natural que tanto necesitan.