La valentía y la supervivencia en las alturas de la Patagonia
La historia de Enrique "Queque" Parodi, un experimentado piloto y instructor de vuelo, es un testimonio de coraje y resistencia humana. Mientras volaba sobre la majestuosa Comarca Andina, Parodi enfrentó una situación que pondría a prueba su habilidad y su voluntad de sobrevivir. Una pérdida de potencia en el motor de su avión a 5.000 pies de altura lo llevó a realizar un aterrizaje de emergencia en un lago congelado, un escenario que desafía la imaginación y evoca imágenes de una película de aventuras.
Sin embargo, para Parodi, esta no era una ficción, sino una dura realidad. Pasó 36 horas luchando contra la hipotermia en condiciones extremas, una noche que se tornó cada vez más desafiante a medida que el clima empeoraba. A pesar de las adversidades, su espíritu indomable lo mantuvo firme en la esperanza y la determinación de regresar a casa, incluso si eso significaba caminar a través de la montaña.
"Acabo de pasar 36 horas casi en hipotermia en la montaña. Cuando regresaba de una jornada de trabajo, tuve una falla en el motor y poco tiempo para reaccionar. El avión no estaba equipado para aterrizar en nieve, así que tuve que pasar la noche expuesto al frío y mojado", explicó Parodi. "El clima empeoraba y las esperanzas de ser rescatado se desvanecían, pero no me rendiría. Estaba preparado para caminar hasta mi casa si era necesario", destacó el piloto.
“Sin ropa ni equipo adecuado, pasé la noche entre lluvia y nieve, con bajas temperaturas y sin poder encender fuego. El cuerpo entra en modo supervivencia, solo sabes que tienes que lograrlo, ver de nuevo a tus seres queridos. Por ellos das paso a paso con la nieve hasta la cintura, empapado y sin sentir los dedos de los pies. Se te cruzan tantas cosas por la cabeza, pero la única idea que no dejas que gane es la de rendirte. Pasas a paso, quizás un paso cada 5 o 10 segundos, pero sigues. El escenario era crítico. Anoche nevó 40 centímetros mientras esperaba ser encontrado", relató.
La comunidad aeronáutica local y los pilotos de helicóptero jugaron un papel crucial en su rescate, demostrando la solidaridad y el apoyo que existe entre aquellos que comparten la pasión por los cielos. La experiencia de Parodi no solo resalta los riesgos inherentes a la aviación en terrenos difíciles, sino que también subraya la importancia de la preparación, el conocimiento del entorno y la capacidad de reaccionar con calma ante situaciones inesperadas.
La escuela de vuelo Patagonia Bush Pilots, propiedad de Parodi, seguramente utilizará esta experiencia como un valioso aprendizaje para futuros pilotos, enseñando que más allá de la técnica y la teoría, el instinto de supervivencia y la resiliencia son igualmente esenciales para navegar no solo por los cielos, sino por los desafíos de la vida.